Para los amantes de la historia y la arquitectura, San Nicolás cuenta con un Circuito Histórico que recorre 10 edificios destacados del patrimonio nicoleño. Están ubicados en el centro de la ciudad y que pueden apreciarse en un paseo a pie. Entre las antiguas fachadas de la ciudad destacan 3 que parecieran querer hablar de la historia vivida a través de sus paredes y presumir su innegable atractivo.
El actual edificio de los Tribunales de San Nicolás comenzó a construirse en abril de 1904. Y se inauguró dos años después, el 9 de abril de 1906. El diseño y la dirección de obra estuvieron a cargo del Ingeniero Civil Juan Bautista Aramburu. El mismo fue responsable de la construcción de muchas obras fundamentales que le permitieron a San Nicolás alcanzar su jerarquía de ciudad.
El edificio de Tribunales se levantó sobre el antiguo depósito de pólvora militar que en 1852 explotó ocasionando graves daños en la población, incluyendo la destrucción de la primera capilla de la ciudad.
También en el año 1904, durante la intendencia de Dámaso Valdés, comenzó la construcción de un edificio estable para la Municipalidad. Proyectado por el Ingeniero Civil Juan Bautista Aramburu, su diseño tiene características monumentales y eclécticas, inspirado en los grandes palacios renacentistas. Con jardín y estanque central, el edificio se organizó en dos plantas. El despacho del Intendente, Tesorería y Contaduría se ubicaron en la planta baja mientras el primer piso se destinó a las Secretarías.
El 10 de diciembre de 1905, luego del fallecimiento de Dámaso Valdés, el Intendente Serafín Morteo inauguró oficialmente el Palacio Municipal de San Nicolás. En julio de 1908 se instaló en su torre el reloj público.
Es el sitio donde el General Justo José de Urquiza reunió a los gobernadores de las provincias argentinas para realizar un acuerdo que pudiera sentar las bases de la organización nacional de Argentina. El mismo sería el precedente de la Constitución de 1853. La casa representa una arquitectura colonial sencilla, sin ornamentos. Su principal característica es el patio central, característico de las viviendas familiares hasta fines del siglo XIX.
Durante varias décadas después de la firma del Acuerdo, la casa no tuvo el mantenimiento adecuado y estuvo a punto de su destrucción definitiva. Luego se realizaron trabajos de restauración. Por decreto del Poder Ejecutivo, fue creado el Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos, que se inauguró el 16 de octubre de 1937. Hoy es uno de los más importantes en temas relacionados a la historia nacional.
Con el objetivo de transformar diversos espacios públicos que se encontraban en mal estado y deteriorados, durante el 2021, San Nicolás comenzó un proyecto para que diversos artistas urbanos intervinieran en las edificaciones. Los murales fueron pintados en 12 fachadas distribuidas entre las avenidas Falcón, Alberdi, Savio-Moreno y el río. Entre las personas a cargo de las obras participaron los nicoleños de Somos Brocha, Bruno Galati y Berna Calabia. Además, participó del proyecto Martín Ron, considerado uno de los mejores muralistas del mundo, que viajó e intervino por distintas ciudades del mundo como Moscú, Nueva York, entre otras. Dicho artista, se especializa en realizar murales con gran realismo en sus dibujos.
Con una gran apuesta y promoviendo el arte callejero, se pueden observar las distintas obras que se despliegan por la ciudad. La obra de Martín Ron arrancó con un mensaje en el edificio ubicado en Sarmiento 24 que decía “Hola mamá” que llamó la atención de todos los que pasaban por esa calle pero que luego fue mutando en diferentes garabatos. Se puede vislumbrar en la obra a dos personas con diferentes colores que ocuparan los 12x30 metros.
En cuanto a los artistas locales, el dúo de Somos Brocha se enfocó en la naturaleza en el primero de los cuatro murales que realizaron. Ya que pintaron la fachada de una casa con plantas, flores y unos pájaros de distintos colores volando sobre la vegetación. En el caso de Berna Calabia, se abocó a las pinturas con temática de dinosaurios, por lo que muchos de los niños de la ciudad se encuentran maravillados. Por su parte, Bruno Galati realizó pinturas retratando con total realismo a reconocidos personajes mundiales, como por ejemplo el rostro del pintor Salvador Dalí.
De esta manera, la ciudad de San Nicolás de los Arroyos le otorgó un espacio a los artistas urbanos para desplegar su talento con estas hermosas pinturas que realzan fachadas que antes estaban abandonadas. Además, preserva el arte histórico que brindan los edificios de época, dotados de innegable atractivo arquitectónico.
Fuente: Turismo San Nicolás de los Arroyos