Buenos Aires sin tango y asado

Desde hace ya un tiempo venimos destacando el cambio que en gestión turística viene encarando la Ciudad de Buenos Aires.

De aquellas imágenes de los bailarines de Tango con el Obelisco de fondo, o una parrilla con el típico asado argentino, la ciudad porteña pasó a tener variadas propuestas que resignifican la imagen de una de las ciudades más icónicas del mundo.

Actividades deportivas, culturales, musicales o de entretenimiento se encuentran hoy en los 100 barrios porteños; para los habitantes de la Ciudad y también para todos aquellos que habiten el suelo argentino.

Por décadas, Buenos Aires fue la única puerta de entrada al país y paso obligado de los turistas llegados desde el exterior, quienes querían conocer nuestra Patagonia, las Cataratas del Iguazú o el Norte argentino.

Buenos Aires era elitista y selectiva, prefería la calidad a la cantidad; y hoy, después de la pandemia, que dejó a mucha gente reconvertida o sin trabajo, descubre su error. Es calidad más cantidad.

Pero la vida nos cambia. Y la Ciudad también se tuvo que reconvertir. 

No se puede depender exclusivamente de los mercados internacionales para sostener, mejorar y desarrollar una ciudad turística. El desarrollo del turismo interno para un país es tanto o más importante que las divisas que aporta un turista foráneo.  

Son los propios ciudadanos de un país los que generan movimiento en los destinos turísticos a lo largo del año, dándole sustentabilidad y continuidad en el tiempo a los destinos regionales.

Porque son ellos, los argentinos, los que viajan cientos de kilómetros para ver un artista internacional como Coldplay, para participar de un evento deportivo como la Maratón de Buenos Aires o ver una muestra de arte inmersiva como la de Van Gogh.

El resultado de esas acciones se traduce en hoteles con mas huéspedes, restaurantes con más mesas ocupadas, taxistas con más trabajo, centros comerciales con más ventas… En definitiva; eso es turismo.

Porque, además, los beneficios de esta actividad económica se extienden transversalmente hacia rubros que ni saben que también viven del turismo, como la construcción y los servicios.

Y en el mientras tanto, Buenos Aires entendió que no sólo se vive de los tributos que pagan las empresas residentes, porque ser una “Ciudad Turística” provoca además condiciones de vida superadoras para quienes habitan en ella.

Y que quede claro, no hablamos de política partidaria, hablamos de políticas publicas que cada vez se extienden más a lo largo y lo ancho de nuestro país.

El turismo debe seguir mostrando nuestra mejor cara, la de un país amigable para adentro y para afuera.

31/01/2023

Artículos relacionados

Argentina se puso de moda

Argentina se puso de moda

Hablábamos la semana pasada de la gran oportunidad que tenía nuestro país en la Feria Internacional de Turismo de Madrid después de que Messi y compañía hubieran ganado la Copa Mundial de Fútbol en Qatar. Y no nos equivocamos. En un mundo globalizado, donde los...

Es ahora

Es ahora

Esta semana se celebra en Madrid la Feria de Turismo de habla hispana más importante del mundo.En la tan ansiada búsqueda de divisas para llenar nuestras alicaídas arcas, la ocasión se muestra como una gran oportunidad para motivar al turista europeo en particular, y...

Un monstruo de dos cabezas

Un monstruo de dos cabezas

Argentina atraviesa una nueva crisis económica que se agudizo con la pandemia del Covid 19 y que de una manera muy particular afecta al turismo.  Cuando el Tesoro Nacional se encuentra escaso de reservas de divisas y las exportaciones no alcanzan suele recurrir a...

Ciudadanos Viajeros es tu sitio web de turismo, viajes, cocaciones y más. Te traemos las últimas promociones y tendencias en viajes.

Recibí todas las novedades y ofertas en tu correo