Davos 2023, el "quién es quién" de los líderes mundiales, ya ha terminado. Durante su desarrollo se realizó un panel sobre "Viajando de nuevo de manera diferente". Estas son las conclusiones del panelista Jeffrey Katz, CEO de Journera, ex CEO de Swissair, y ejecutivo en Sabre y American Airlines.
Si bien algunos expertos en negocios y políticas habían pronosticado un tono de pesimismo y poca participación en Davos, inmediatamente me quedó claro, ya sea en una sesión, participando en el panel o viajando en un autobús con otros participantes, que esas preocupaciones simplemente no se tuvieron en cuenta.
En todo caso, había una sensación de optimismo. La participación fue diversa e incomparablemente global. Incluso la nieve cayó eventualmente, transformando el pequeño pueblo suizo en un país de las maravillas verdaderamente estimulante.
Aquí están mis cinco conclusiones para la industria de viajes:
Los representantes de la industria de los viajes deben aparecer. Los líderes de la industria de viajes estuvieron en gran medida ausentes de Davos este año, con la excepción de Dara Khosrowshahi de Uber. Al mismo tiempo, los asistentes globales fueron un claro recordatorio de cuán cada vez más complejo, diverso y entrelazado es el mundo. El evento de este año fue un hervidero de liderazgo de todo el mundo (Europa, Asia, América del Norte y Medio Oriente). Los líderes de la industria y las finanzas estaban allí en abundancia. A ellos se unió una amplia muestra representativa de empresarios, ONG y jóvenes "modeladores" que son influyentes globales diversos en muchos temas como la escasez de alimentos, el clima y los derechos de las mujeres. Los viajes son un motor demasiado importante para la conectividad humana y el comercio como para no estar en la mesa. Una presencia más fuerte de los líderes de viajes enriquecería las conversaciones del foro y permitiría mejor la colaboración necesaria en nuestros desafíos más complejos. La participación también podría ayudar a promover las estrategias más vitales de nuestros líderes de la industria, especialmente aquellas asociadas con el alcance global y la sustentabilidad.
Necesitamos una discusión significativa sobre la inteligencia artificial. Si bien la IA fue un tema común de conversación en Davos, desde mi punto de vista, no se presentó mucha sustancia. Eso es lamentable, ya que los viajes son una industria importante que necesita que la promesa de la IA se transforme en soluciones prácticas para todo, desde la eficiencia operativa y la escasez de mano de obra hasta la participación del cliente y la sostenibilidad. Si bien la exageración en Davos en torno a la IA en general (y ChatGPT en particular) se sintió un poco "criptográfica", es claramente muy relevante a corto plazo para los líderes de viajes.
Necesitamos planificar para un futuro que sea mejor que el escenario del "peor de los casos". A pesar de la enorme complejidad del entorno global, los desafíos urgentes para la paz y la prosperidad y algunos obstáculos económicos claros, me sorprendió gratamente que el optimismo se mostrara en casi todos los frentes. Los gobernadores de los bancos centrales, por ejemplo, hablaron de un menor temor a la recesión y de una gran resiliencia. Esa es una noticia tranquilizadora para una industria que se ha movido entre crisis. Los desafíos no desaparecerán, pero también podremos centrarnos en algunas de las iniciativas críticas a más largo plazo que, en última instancia, harán que los viajes sean mejores, más rentables y más sostenibles.
Se están logrando avances en sustentabilidad, pero es un asunto sistémico y en el que los silos de la industria no serán suficientes. Como tema principal de la agenda del foro, el compromiso con la sostenibilidad fue muy alto. Los compromisos de los gobiernos eran visibles casi constantemente y el alcance de la inversión era enorme: entre Europa y los Estados Unidos, hasta el momento se ha comprometido casi un billón de dólares. De manera similar, los avances tecnológicos para la transición energética a fuentes limpias fueron visibles y se representaron temas arcanos como la gestión de la biodiversidad, las tecnologías espaciales, la fusión láser e incluso los mercados de carbono. En el panel en el que participé, el director ejecutivo del aeropuerto de Heathrow, por ejemplo, instó a la industria de la aviación a colaborar con los gobiernos y la industria agrícola para desarrollar mercados de biocombustibles que ayuden a cumplir los objetivos de emisiones de carbono y evitar más cambios draconianos y restricciones gubernamentales que podrían perjudicar los viajes. Cada industria tiene un plan y los viajes también se mueven, pero las soluciones de este rompecabezas son el epítome de la interconectividad.
La experiencia de viaje importa. En mis conversaciones en Davos con otros líderes, siempre presté atención a sus historias sobre "cómo llegaron allí", ya que el foro presentó tal diversidad de rutas, modos de transporte y arreglos de alojamiento para que una audiencia global única descienda en un pueblo de montaña relativamente pequeño.
Para ser claros, las marcas de viajes han logrado un gran progreso en los últimos tres años en resiliencia, fuerza laboral y en la automatización e innovación de gran parte de sus negocios. Pero para los viajeros, incluidos mis compañeros asistentes a Davos, los viajes de hoy todavía consisten en un mosaico de vuelos, alojamiento, transporte terrestre, eventos, reuniones y aventuras ocasionales. Es abrumadoramente complicado, y hoy, cada viajero es personalmente responsable de ser el solucionador de problemas.
Podemos arreglar esto. Y tenemos que arreglar esto a medida que los viajes se vuelven cada vez más globales de manera constante y rápida. Para hacerlo, necesitamos una colaboración real que vaya más allá de los fundamentos que existen hoy en día en torno a la seguridad, el cumplimiento, las alianzas e incluso las redes de lealtad.
Al final del día, ¿por qué el Foro Económico Mundial es importante para la industria de viajes? En pocas palabras, en unos pocos días en Davos, estará rodeado por una combinación incomparable y muy relevante de las mentes más brillantes, de innumerables sectores y una rica diversidad de líderes y voces que abarcan todo el mundo.
Si la innovación es lo que impulsa a su empresa, al igual que la mía, estar en Davos es combustible. Si comprende cómo se debe aprovechar la complejidad global para mantenerse al día con la demanda global, que no es del primer mundo, entonces estar en Davos también puede acelerar el crecimiento. En 2024, espero que el WEF abra sus brazos a los líderes que, literalmente, los unieron en 2023.