Las principales asociaciones de agentes de viajes analizan el comportamiento a futuro de los clientes y ven sus potenciales fortalezas en el regreso de los grandes viajes y la relevancia de la seguridad.
El sector turístico sigue avanzando hacia la recuperación, y para ello, el sector de los agentes de viajes debe saber adaptarse a los nuevos comportamientos del viajero, que ha vuelto a realizar grandes viajes, prima la seguridad ante todo y abraza la digitalización y la sostenibilidad. Así se analizó en la mesa redonda ‘Recuperación mundial del turismo. Resiliencia del sector en el actual contexto geopolítico’, que tuvo lugar durante la 7ª Cumbre Mundial de Agencias de Viajes, organizada por CEAV.
Para discutir la cuestión, el periodista Dave Keating introdujo la cuestión analizando que, actualmente, los viajeros optan por “viajes más largos” en detrimento de las escapadas más cortas, pero más repartidas a lo largo del calendario.
En este sentido, Wendy Paradise, presdienta de ACTA y WTAAA Vice Chair, confirma que ha vuelto la demanda, ya que “las personas soñaron con sus viajes en el confinamiento y a día de hoy los están haciendo realidad”. Además, destacó el incremento de la demanda de la generación del Baby Boom, que es “exponencial”, así como el de la Generación Z, ya que están realizando “grandes viajes y están gastando miles de dólares” para llevarlos a cabo.
Pawel Niewiadomski, presdiente de PIT y expresdiente de ECTAA, ha confirmado que las previsiones se han cumplido. “Ha habido un crecimiento en todos los sentidos”, celebraba, destacando el particular caso de Polonia, donde han registrado “un incremento de las ventas del 40% sobre 2019”, con especial énfasis en el caso de los viajes internacionales hacia fuera de su país, aunque todavía se quedan lejos los viajes internacionales con destino Polonia, así como el turismo interior como consecuencia de su cercanía a Ucrania. Además, destaca, que, para evitar precios más elevados, la gente está optando a reservar con mucha antelación en su país, cuando en 2019 ya era de unos tres meses de antelación.
En África, además, se sitúan ya “en cifras de 2019”, como confirma Jean Claude Nzaramba, Vice Chairperson de RATA. Además, destacó que su país, Ruanda, “siempre estuvo abierto durante la pandemia”, y que ha favorecido a la recuperación, incluso celebrando “encuentros profesionales importantes”.
Igualmente, en Colombia se sitúan “como un 20% por encima en volúmenes de llegada de visitantes internacionales”, explicó Paula Cortés Calle, ANATO President & WTAAA Vice Chair, en un país donde la demanda de viajes internacionale también ha crecido un 15% y “las agencias de viajes vendemos más volumen de billetes aéreos”.
Pauline Suharno, presidenta de ASTINDO & FATA, confirma que en la zona del Sudeste Asiático la recuperación está funcionando a dos velocidades, con, por ejemplo, “Singapur llegando casi al 90%” del turismo prepndemia, pero con “Tailandia o Indonesia un 20% por debajo” de dichos registros, algo que se debe, fundamentalmente, a la falta de conectividad aérea, remarca.
Las cercanías a los conflictos
Uno de los factores que afirman está impactando en la demanda es la cercanía que hay a los diferentes conflictos internacionales que hay actualmente, tanto en el caso del situado en Europa como el de Oriente Medio.
Wendy Paradise explicó que la seguridad y la salud son los factores más relevantes para los turistas, y en América están viendo que hay “preocupaciones de seguridad y les quita la idea de algunos destinos de sus mentes”. De hecho, por ello es relevante el papel del agente de viajes, que debe transmitir confianza y tranquilidad sobre lo que sucede en los países cercanos a los conflictos para que se mantengas las ventas y reservas.
“Algunos clientes han tenido reparo en viajar a Italia porque ven que está más cerca de Ucrania que otros países como España o Portugal. Parte de nuestro trabajo es explicar lo que sucede en estos destinos y hacerles ver que son países seguros”, recalcó Paradise.
En esta línea, Niewiadomski reconoció que el conflicto en Ucrania está afectando a Polonia “a las llegadas” de visitantes internacionales, a pesar de la distancia que les separan del campo de batalla. Además, señaló que apenas se realizan “viajes en grupo” por la falta de oferta por parte de los turoperadores, aunque están viendo que, en las previsiones, los grupos “volverán en 2024”, por lo que se mantienen positivos.
En el caso de Colombia, al igual que en África, saben de la importancia que tiene dar una imagen de seguridad para los visitantes internacionales. “Hemos hecho un trabajo importante en la percepción de la seguridad, y actualmente vamos a crecer por encima de la media”, explicó Paula Cortés, remarcando que “el papel del agente de viajes es fundamental para informar a los clientes de la realidad de la situación”. Además, los clientes ya no buscan “viajes arriesgados”, como hacía referencia Jean Claude Nzaramba, añadiendo que los clientes piden información “sobre la incidencia de violencia, y se sorprenden cuando ven que Ruanda es el quinto país más seguro del mundo, por ejemplo”.
El futuro del turismo
De cara a las tendencias del turismo, los intervinientes coincidieron en la necesidad de apostar por la sostenibilidad, así como en los avances tecnológicos, como la Inteligencia Artificial, que pueden convertirse en “algo fundamental en los próximos años”, resumió Niewiadomski, al tiempo que recordó que puede convertirse en un aliado de los minoristas.
Esta revolución digital, según Wendy Paradise, va a provocar más confusión en el cliente, que tendrá todavía más información, y por ello, el agente de viajes, dentro de su papel como asesor al cliente, tiene un “futuro fantástico pero difícil” ante los retos que supone la reconversión, al igual que cree que funcionarán aquellos especialistas en pequeños mercados que se dediquen a “organizar cuatro o cinco viajes en grupo al año”.
En su apuesta, Paula Cortés apuesta por que la tecnología permita eliminar todavía más las fricciones de los viajes internacionales, terminando con “las fronteras, los pasaportes o los visados”, quedando todo registrado mediante sistemas de biometría que estén conectados con las autoridades y faciliten el tránsito de pasajeros. Además, apuesta por una mayor flexibilización de los viajes para el cliente.
Por último, Nzaramba apuesta por que el sector pase de ser un mero proveedor de productos al cliente final para convertirse en un “orientador de su consumo. Siempre habrá alojamientos, transportes o reservas que se hagan en Internet, pero eso no va a serlo todo. El problema llegará si no nos adaptamos a las nuevas tecnologías” concluyó.