¿Londres con niños? ¡Por supuesto que sí! Una metrópolis global como la capital británica es un destino perfecto para unas vacaciones en familia, pues permite combinar ocio para adultos y niños. Las instituciones culturales londinenses miman mucho a los más pequeños y sus propuestas son tan atractivas que hacen que los niños se olviden del tiempo entre sus paredes. Y aunque pocas estampas capturan un viaje a Londres mejor que el clásico posado ante las cabinas rojas y los autobuses de dos pisos, proponemos un recorrido para vivir la ciudad como los que viven en ella, no los que la visitan.
EL MUNDO NATURAL
El Museo de Historia Natural es una apuesta segura. Ver dinosaurios a escala real es uno de esos momentos estelares que se quedan en la memoria de los niños durante mucho, mucho tiempo. La curiosidad innata de los más pequeños por el mundo natural es la mejor arma en este caso, pues prácticamente con pasearse por las galerías el trabajo ya está hecho.
Y si verlo de día ya impresiona, dormir por la noche en el museo y recorrer sus galerías a la luz de las antorchas es una experiencia inolvidable, no solo para los más pequeños. Conocidos como “Dino Snores”, estos eventos se celebran una vez al mes normalmente y los pases se agotan muy rápido. Ideados para niños entre 7 y 11 años, además de descubrir el museo guiados por científicos del equipo, el ticket incluye disfrutar de un show de ciencia en directo, hacer sus propias camisetas de dinosaurios para llevarse a casa y un desayuno tras pasar la noche en sacos de dormir bajo la ballena azul de la entrada del museo.
Ciervos en Richmond Park Londres
¿Quién no soñó alguna vez con montar en poni? Los equinos tienen un lugar especial en el imaginario cultural inglés y algunos de los eventos sociales más comentados, como Ascot, giran alrededor de los mismos. El maravilloso parque de Richmond, donde se encuentra una de las colecciones de rododendros más espectaculares del país, acoge los establos Stag Lodge. Allí visitantes de todas las edades pueden disfrutar de un paseo a caballo por el parque, que, con una extensión de casi 1.000 hectáreas, es el más grande de los parques reales de la ciudad. Y allí, los niños de entre 3 y 6 años, pueden disfrutar de un paseo de 30 minutos en un poni Shetland. Guiados siempre por un profesional, los paseos buscan ofrecer a los niños un primer contacto con estos animales.
El este de Londres, con sus tiendas independientes, mercadillos y galerías de arte, es una zona maravillosa para pasear y vivir en primera persona ese je ne sais quoi de modernidad que hace de Londres la ciudad que es. Y la Hackney City Farm es el talismán que puede emocionar a los niños. Muy cerca de los mercadillos de Columbia Flower market y Broadway market, esta granja urbana es el hogar de distintos animales, desde ovejas hasta burros y cerdos, además de gallinas. Y es la parada perfecta para comer, ya que alberga el restaurante italiano Frizzante, que está pensado para visitar en familia (tienen tronas, menús infantiles deliciosos y mucho espacio exterior e interior para jugar libremente).
DESDE LAS ALTURAS
El London Eye, inaugurado el último día de 1999 y conocido entonces como Millennium Wheel, está considerada la atracción de pago más popular de Reino Unido. Cada año más de tres millones de personas observan la ciudad desde las alturas durante la media hora que dura el recorrido, la inmensa mayoría turistas.
El teleférico de IFS Cloud, por su parte, ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad, con un precio mucho más asequible que el London Eye y sin apenas colas. Se puede coger desde IFS Greenwich Peninsula (al lado del O2) o IFS Royal Docks en la orilla norte del río. Lo ideal es calcular la visita para que coincida con el atardecer, cuando los colores embellecen más aún el skyline de la ciudad. El horario es de 7.00 a 21.00, y viernes y sábados abre hasta las 23.00. Cada trayecto dura aproximadamente 10 minutos, las cabinas tienen capacidad para hasta 10 pasajeros y llega una cada 30 segundos.
¡La aventura del saber!
El Museo Marítimo Nacional (NMM), situado en Greenwich, tiene una galería especialmente ideada para bebés y niños pequeños (de 0 a 7 años) con diferentes zonas de juego. Este espacio, llamado AHOY!, ofrece a los niños la posibilidad de alimentar la caldera de un barco de vapor, vender y comprar pescado en el mercado –que recrea la experiencia de comprar a la perfección, ya que tiene filas y filas de cajas llenas de peces de juguete, además de máquinas registradoras y cestas-, o disparar cañones entre otros. Se recomienda reservar con antelación.
El Wonderlab del Museo de la Ciencia (Science Museum), situado en la Equinor Gallery, ofrece siete zonas diferentes en las que interactuar con fenómenos científicos reales. Además de explorar el espacio y volar con el simulador de vuelo, podrán hacer experimentos químicos y disfrutar de las galerías interactivas, aprender sobre la captura de carbono, el cambio climático y las tecnologías que intentan mitigarlo, o ver la colección de relojes más antigua del mundo, además del primer ordenador de Apple. Por si esto fuera poco, además hay habilitada una zona de juegos con agua en el sótano, donde podrán jugar libremente (se recomienda llevar ropa impermeable, o una muda).
El museo de la Real Fuerza Área Británica, (RAF Museum), con todos los aviones, tanques y otros objetos memorables que se pueden admirar a corta distancia, y también el simulador de vuelo que permite vivir la experiencia de sobrevolar el precioso Lake District durante seis minutos, es uno de los favoritos de los pequeños intrépidos. Y lo mejor es que en la zona de juegos al aire libre podrán subirse en mini-réplicas de algunas aeronaves legendarias como el Vickers Vimy y otras estructuras, una aventura difícil de olvidar.
Además, los museos de la ciudad tienen en cuenta a los más pequeños y organizan cientos de actividades con regularidad, por lo que merece la pena echar un vistazo a las webs antes de planear el viaje.
'Harry Potter y la piedra filosofal'
Algunos de los personajes favoritos de los niños han sido creados por escritores británicos. Desde Harry Potter al Gruffalo, pasando por Peter Rabbit y Peter Pan, son muchos los clásicos que han traspasado las fronteras y llegado a niños de todo el mundo. Algunas librerías que merece la pena visitar son Pickled Pepper Books en el norte de la ciudad, que además de una vasta oferta de libros tiene actividades y zona de juegos, y Tales On The Moon Lane, en el sur. Asimismo, Marchpane es una librería especializada en primeras ediciones y libros antiguos. Situada en Cecil Court, la calle de anticuarios más famosa de la ciudad, tiene una vasta colección de distintas ediciones de Alicia en el País de las Maravillas.
Holland Park, uno de los barrios más cotizados de la capital –los residentes incluyen el antiguo primer ministro David Cameron- tiene una de las zonas de juego más divertidas de la ciudad. Situado muy cerca de Notting Hill, este parque de aventuras (indicado para niños de entre 5 y 14 años) ha sido remodelado recientemente. El diseño está pensando para el juego activo. Estructuras de madera preciosa que asemejan fuertes, torres y puentes colgantes, además de columpios y túneles hacen de este parque rodeado de verde el lugar perfecto para pasar una tarde entretenida corriendo, saltando y escalando.
LOS CLÁSICOS TURÍSTICOS
El famoso andén 9 ¾ de Harry Potter situado en la estación de King’s Cross, el museo de cera Madame Tussauds (especialmente emocionante para los fans de Star Wars, ya que tiene una zona de experiencia inmersiva que recrea 17 de los más famosos héroes y villanos en algunas de las escenas más icónicas), las jugueterías Hamsley y Lego o la tienda de golosinas M&Ms World, así como el Diana Memorial Playground, situado en Kensington Gardens y cuya principal atracción es el barco pirata, son algunos de los lugares más emblemáticos y turísticos para visitar con niños en Londres.
Hoteles
Lo mejor del hotel Fleming es su ubicación en Mayfair, a dos pasos de Picadilly Circus, lo segundo mejor, que cuidan de sus huéspedes más jóvenes como si fueran clientes privilegiados, proporcionándoles su propia mini guía de la ciudad y leche con galletas por la noche. En el Melia White , muy cerca del Zoo y Regent's Park, los niños tienen sus propias áreas de check in y las habitaciones familiares disponen de dos camas para ellos. Una opción menos encantadora pero muy práctica y también céntrica son los apartamentos Cheval en Gloucester Park. Con dos o más niños son la mejor opción, sobre todo porque el propio hotel proporciona un servicio de niñeras por si los padres necesitan una tarde libre.
Otros museos y centros de actividades
Aparte de los mencionados arriba, ten en cuenta que todos los principales museos de Londres programan actividades para niños que realmente les interesan y divierten (a ellos y a los adultos que les acompañan). El propio personal de conservación del British suele estar a la entrada contando a quien quiera escucharles cómo momificar un cuerpo humano o reducir una cabeza y en sus salas hay gatos y lagartos momificados ¿a qué niño no le interesan los gatos y lagartos momificados? Los más morbosos y resistentes a las pesadillas pueden dejarse horrorizar en el Hunterian Museum, el museo quirúrgico que contiene el esqueleto de un gigante y el diente de un perezoso prehistórico entre otras curiosidades.
La habitación de los dibujos en Flemings Mayfair Hotel
En Watford, a unos 30 kilómetros de Londres, se pueden visitar The Making of Harry Potter, los estudios de Warner en los que se rodaron durante diez años las ocho películas de la saga convertidos en exposición permanente. Por la distancia es una excursión de un día, pero vale la pena solo por ver las caras de los pequeños fans. Si no se dispone de suficiente tiempo, la empresa Brit Movie Tours ofrece excursiones temáticas de películas por la ciudad y sus alrededores: los escenarios de Sherlock Holmes, Paddington y, por supuesto, Harry Potter.