Deutsche Lufthansa AG ya es una empresa totalmente privada después de que el Estado alemán se haya desprendido de las últimas acciones que poseía de la aerolínea germana, las que había adquirido para auxiliarla en la pandemia. Ahora la empresa busca seguir creciendo.
En un comunicado de prensa, el Fondo de Estabilización Económica (WSF) ha anunciado que se han retirado por completo del accionariado de la compañía, un proceso que estaba previsto que se produjese en octubre de 2023. Cabe destacar que, como parte del paquete de rescate estatal de 5.800 millones de euros, el WSF llegó a adquirir hasta el 20% de las acciones de la línea aérea y las ha ido vendiendo paulatinamente.
Se estima que, con la venta de todas las participaciones —que en su día costaron 306 millones—, el Estado se ha embolsado 1.070 millones, lo que se traduce en 760 millones de euros de beneficio neto, una cantidad cercana a las estimaciones iniciales.
“Con este gratificante registro finaliza la participación del WSF y la empresa vuelve a estar en manos privadas”, ha aseverado Jutta Dönges, directora gerente de la entidad.
Por su parte, Carsten Spohr, presidente de la Junta Ejecutiva y CEO Lufthansa, ha agradecido al gobierno y a todos los contribuyentes "su apoyo durante la crisis financiera más grave" en la historia de la empresa. Ha asegurado que la empresa ya es estable y que prueba de ello es que ya se han devuelto todos los préstamos del estado.
Las aerolíneas europeas siguen en pleno proceso de consolidación y la siguiente en la lista es TAP Portugal, firma de bandera del país vecino. Según publicaba hace unos días el diario luso Expresso, el grupo mejor posicionado para hacerse con la compañía aérea es Lufthansa. Si esto finalmente ocurriese tal y como se da por hecho en el mercado, IAG -matriz de Iberia, Vueling y British Airways, entre otras- se vería presionada sobremanera en sus conexiones de largo radio que conectan Europa con América, claves para ellos.
Con 17 millones de pasajeros en 2019, último año antes de la llegada de la pandemia, TAP Portugal no compite con IAG como compañía -salvo el caso particular de algunos destinos en países de Latinoamérica-, pero el hecho de que un gigante como Lufthansa pueda hacerse con el hub de Lisboa y comenzar a competir desde allí, puede hacer perder competitividad al de Madrid, en manos de Iberia y Air Europa - de la que la primera ya tiene un 20% del capital-.
Esto sería especialmente relevante dada la red de conexiones de corto y medio radio que nutren, tanto a TAP como a Lufthansa, para llenar sus aviones de largo recorrido y que podrían hacer que la balanza del viajero se decante hacia el lado luso en vez de hacia el español o el británico.
Fuente: https://www.eleconomista.es / https://www.tourinews.es/