Paisajes, climas, gastronomía, cultura..., estos son los principales factores que nos inspiran a emprender un viaje a un nuevo destino. Sin embargo, la arquitectura e infraestructura, también forman parte de los principales puntos turísticos de una ciudad. De hecho, varios son los monumentos que se han convertido en la principal atracción de turistas y viajeros.
En esta oportunidad, te presentaremos algunos de los más importantes de América Latina.
Ubicado en Río de Janeiro, Brasil, es una estatua de más de 30 metros de alto que fue construida entre 1922 y 1931 que es considerada como una de las nuevas “siete maravillas del mundo”. Está emplazada en la cima de la montaña Corcovado en el Parque Nacional Bosque de Tijuca, desde donde se aprecia una vista panorámica de la ciudad.
La obra fue creada por el escultor polaco-francés Paul Landowski y construida en conjunto por los ingenieros Heitor da Silva Costa, originario de Brasil y el francés Albert Caquot.
Dato curioso: el rostro, creado por el artista rumano Gheorghe Leonida, está dirigido un poco hacia abajo y a la izquierda, con la intención de aparentar el estar resguardando la ciudad.
Así como su fachada, su historia es bastante interesante. El Palacio Barolo, ubicado en la capital argentina, fue la estructura más alta de Sudamérica hasta el año 1935. El edificio fue diseñado por Mario Palanti en 1910, quien se inspiró en la obra de Dante Alighieri, “La Divina Comedia”, para darle vida a esta estructura. Esta construcción fue utilizada como oficinas por el empresario textilero argentino Luis Barolo; en el año 1997 fue catalogado como monumento histórico nacional. Actualmente en el Palacio de Barola funcionan distintas oficinas legales.
Dato curioso: el sótano y la planta baja del edificio, representan el infierno; de los pisos 1 al 15, se hace alusión al purgatorio y finalmente, de las plantas 16 al 22, se representa el cielo; de esta forma queda plasmada la historia de “La Divina Comedia”.
Datan desde antes del año 1500, tallados en piedra por los rapa nui, los moais son las estatuas más reconocibles en Chile. Isla de Pascua es el lugar donde reposan las 887 estatuas monolíticas de cabezas humanas sobredimensionadas en torsos; debido a sus características históricas, los moais han convertido a Isla de Pascua en un patrimonio mundial de la UNESCO.
Dato curioso: Los moais eran construidos para rendir culto a los ancestros. Los rapa nui partían de la idea de que los miembros más respetados de cada clan de la isla poseían un “mana”, una energía o poder espiritual que pasaba al moai al morir; de esta manera, la persona fallecida seguía cuidando a su familiares y miembros de su clan.
La escultura que data del año 1910, está ubicada en la Ciudad de México y fue levantada para conmemorar el centenario de la independencia mexicana. El monumento fue creado entre el arquitecto mexicano Antonio Rivas Mercado, el escultor italiano Enrique Alciati y el ingeniero Roberto Gayol. La estatua es una representación de la escultura La Victoria de Samotracia, está elaborada en bronce y posee una altura de más de 45 metros.
La primera piedra del monumento fue colocada durante una ceremonia celebrada el 2 de enero de 1902, dentro de ella fue puesto un cofre dorado con el acta de independencia y algunas monedas de la época.
Dato curioso: el 28 de julio de 1957 un fuerte terremoto destrozó la escultura; para la restauración se tuvo que reforzar la columna con placas de metal y se debió construir una nueva victoria alada (ángel). La cabeza del ángel original se mantiene en el vestíbulo del Archivo Histórico de la Ciudad de México.
Fuente: https://www.latam.com/