La nueva pandemia en China generada por un nuevo virus ha puesto en alerta al mundo. Pero ¿Cómo se controla una enfermedad de este tipo?
La aparición de un brote de enfermedad en la ciudad china de Wuhan debido a un nuevo tipo de virus de la familia de los coronavirus, los mismos que fueron responsables del SARS (también originado en China) a finales de 2002 y del MERS (en Oriente Medio) en 2012 ha vuelto a poner en alerta a las autoridades de todo el mundo ante el peligro que se extienda como esos dos. Del SARS se detectaron casos en 37 países y fallecieron más de 700 personas, Del MERS, se detectaron casos en una decena de países y de este han fallecido más de 800 personas. En el caso del SARS el porcentaje de fallecidos sobre los infectados está en torno al 10 por ciento, mientras que el MERS ronda el 40 por ciento (diversas fuentes dan cifras entre el 35 y el 42 por ciento).
Esta nueva infección, denominada 2019nCoV también corre el peligro de extenderse por gran parte del mundo (ya se han confirmado casos en al menos doce países).
En parte esta capacidad infecciosa mundial se debe a la aviación y la rapidez con la que hoy podemos viajar a cualquier lugar del planeta.
Las autoridades chinas han impuesto la prohibición de viajar desde esa ciudad y otras 13 próximas, cerrando los aeropuertos.
Sin embargo, ello solo es un obstáculo más en la propagación pero no una barrera, como ya se ha visto por los casos fuera del país.
Para los viajeros, no obstante, en los aeropuertos un primer procedimiento en vigor en China es buscar con termómetros o cámaras infrarrojas entre los pasajeros aquellos que pudieran tener fiebre para ponerles en cuarentena.
Una medida que Reino Unido ha anunciado que va a hacer con todos sus ciudadanos que regresen al país, con dos semanas de duración del aislamiento. Algunos otros países han puesto en marcha medidas similares de cuarentena a sus ciudadanos que llegan de China.
En todo el mundo además crece día a día el número de aerolíneas que han decidido cancelar temporalmente sus vuelos a China hasta que pase la infección.
En los aeropuertos, especialmente aquellos que cuentan con rutas con China, se suelen adoptar distintas medidas, desde las más básicas como dotar a los empleados que deban entrar en contacto con pasajeros de esa procedencia con mascarillas y guantes desechables (especialmente el personal de seguridad), a aquellas que el ministerio de Sanidad recomiende u ordene. En este caso, Aena, gestor de los aeropuertos en España, todavía no ha adoptado medidas (algo que han denunciado los sindicatos de los vigilantes de seguridad en los controles), dado que desde el ministerio no se han dado instrucciones al respecto.
Por ahora, en su última actualización sobre esta enfermedad, el ministerio señala: “España no dispone de aeropuertos con vuelos con conexión directa a Wuhan, pero recibe viajeros de esta ciudad. La restricción de vuelos desde la ciudad de Wuhan y otras trece ciudades cercanas, reduce la probabilidad de llegada de personas enfermas. Aun así, no se puede descartar que aparezca algún caso importado en España procedente de la zona de riesgo. Si esto ocurriera, la probabilidad de que se produjeran casos secundarios en nuestro país se estima baja en este momento, ya que con la información disponible, la transmisión persona a persona no es elevada y la instauración temprana de medidas de prevención y control reduciría en gran medida el riesgo. Las medidas de protección que se aplican en los centros sanitarios son eficaces para evitar la transmisión de este virus y se ha establecido un protocolo de actuación en caso de detectarse casos sospechosos. Por todo ello, el impacto para la salud pública, en caso de detectar un caso importado en nuestro país se considera limitado. Esta evaluación de riesgo se revisa constantemente de acuerdo con la información disponible”.
En España y otros países, con el SARS se instalaron en las zonas de acceso de los pasajeros que llegaban a España a los controles de pasaportes o zonas de recogida de equipajes unas alfombras con desinfectante por las que, por cómo se hizo dicha colocación era imposible pasar sin caminar sobre ellas.
Por su parte, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala; “Se ha decidido que el evento no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional, pero la situación de alerta puede considerarse de nivel intermedio y requiere tomar medidas de salud pública […] Para reducir el riesgo de infección por el 2019-nCoV en las zonas donde, por el momento, están teniendo lugar los casos, se recomienda: Evitar el contacto cercano con personas que padezcan infecciones respiratorias agudas. Lavado frecuente de manos, especialmente después de contacto directo con personas enfermas o su entorno. Las personas con síntomas de infección respiratoria aguda deben mantener una distancia de un metro aproximadamente, cubrirse la boca y la nariz cuando tosan o estornuden con pañuelos desechables o con el codo y lavarse las manos. Se debe evitar el contacto con animales vivos o muertos y consumir carne adecuadamente cocinada. No se recomienda ninguna medida sanitaria específica diferente para los viajeros a China; no se aconseja la aplicación de restricciones comerciales o de viajes a China”.
Además que “La OMS no recomienda adoptar ninguna medida de salud específica para las personas que viajan. Por lo general, el reconocimiento médico de viajeros en los puntos de entrada ofrece pocos beneficios y requiere muchos recursos”.
La Unión Europea por su parte señala que “Tras las medidas tomadas por las autoridades chinas de restricción de transportes, la probabilidad de llegada de viajeros de zonas afectadas se ha reducido considerablemente. Siguiendo las recomendaciones de la OMS ninguno de los países de la Unión Europea está aplicando medidas de restricción de los viajes o el comercio con China”.
Ante la sospecha de algún caso a bordo de una aeronave, desde la OMS señalan: “En caso de que se constante algún caso de enfermedad a bordo […] recopilar información de contacto de los pasajeros que servirá, en caso necesario, para hacer un seguimiento posterior de estos. Además, deberá invitarse a los viajeros a notificar su estado en caso de que se encuentren enfermos. El personal de cabina deberá seguir los procedimientos operacionales recomendados por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) en lo relativo a la gestión de posibles enfermedades transmisibles a bordo de una aeronave”.
Fuente: https://fly-news.es/ 30/01/20