Esta medida se ha activado desde hoy, 1 de marzo, con el objetivo de incentivar a los ciudadanos a utilizarlo y frenar las continuas congestiones que se viven en el país.
Tras un largo proceso, el Gobierno de Luxemburgo ha conseguido que desde el 1 de marzo todo el transporte público del país sea gratuito: autobuses, tranvías y trenes.
El pequeño país trabaja en una visión de "movilidad libre" que fomente este transporte con el objetivo de aliviar las continuas retenciones que se viven y buscar un modelo de sostenibilidad más adecuado. Según la opinión del ministro de Movilidad, François Bausch, la ambición es que “Luxemburgo se convierta en un laboratorio de movilidad”.
Sin embargo, el plan que llevan tiempo publicitando está generando debates en los políticos y la sociedad.
Según la información de BBC, el precio del proyecto rondará los 41 millones de euros y no habrá despidos, el personal de transporte público que quede sin funciones con el cambio será recolocado en otros puestos.
Anteriormente la tarifa del billete individual era de 2 euros por viaje y 4 por día, pero el país también tiene unos combustibles baratos y los ciudadanos cuentan con alto poder adquisitivo.
Los ciudadanos están acostumbrados al coche y es el país con más vehículos de media por persona. Para atraerlos hacia un cambio de hábitos hay factores más importantes que la gratuidad.
Cuentan con un importante problema: la infraestructura actual se considera deficiente con autobuses obsoletos, trenes impuntuales y una red de tranvías todavía en construcción.
Si el objetivo es lograr que el 20% de los luxemburgueses se muevan en transporte público, la inversión requerida debe ser mayor de la anunciada.
Fuente: https://www.businessinsider.es