Tras dos días sin contagios en el gigante asiático, parques y museos de Shanghái, Nanjing y otras grandes ciudades vuelven a recibir visitantes.
El pasado 12 de marzo, la Torre de Shanghái, el edificio más alto de China, reabrió su atracción turística, conocida como Cima del Observatorio de Shanghai.
El observatorio, al que debe accederse con mascarilla, permite disfrutar de vistas panorámicas de 360º de los edificios más representativos de la ciudad, así como de las bellezas naturales y el cielo.
También comenzaron a recibir visitantes otras dos atracciones emblemáticas de la ciudad china, la Torre Perla Oriental y la Torre Jinmao.
En todos los casos, y además de la mascarilla, los responsables toman la temperatura y exigen a los visitantes que muestren un código QR que indica el estado de salud.
La Comisión Nacional de Salud de China considera superado el pico de la pandemia en el país, toda vez que se reducen los contagios locales, incluida la castigada provincia de Hubei, y el número de muertos se reduce a un solo dígito (ocho según el último balance, todos en esta misma provincia).
Consideran recuperadas, además, a 70.420 de las casi 81.000 personas infectadas.
Ahora, y mientras los esfuerzos se dirigen a frenar los casos importados que podrían conducir a un rebrote, la vida vuelve, eso sí, entre las extremas medidas de higiene y seguridad, que aún se mantienen.
Entre los lugares que reabren, según la agencia de noticias Xinhua, se cuentan 3.714 de los ‘destinos escénicos nacionales de nivel A' del país, ubicados en 28 provincias continentales, regiones autónomas y municipios, casi el 40% del total cerrado originalmente.
Según su sistema de clasificación de monumentos, A sería la calificación más baja y 5ª la más alta.
La mayoría de los lugares que ya aceptan visitantes, no obstante, son al aire libre (por ejemplo, parques y jardines botánicos donde disfrutar del espectáculo de los cerezos en flor), aunque 180 museos también lo han hecho, principalmente en la provincia de Shaanxi en el noroeste de China y en la provincia de Sichuan en el suroeste de China, donde no se han reportado nuevos casos.
El famoso Jardín Botánico Chenshan y el zoo de Shanghái también están abiertos, con restricciones como la venta online de entradas y los recorridos guiados exclusivamente a través de las audioguías y aplicaciones móviles
El aforo diario también se ha restringido como medida de seguridad, con límites que van desde las 2.000 personas diarias enn el Museo de Shanghai, 3.000 en el Museo de Historia y 5.000 en el Museo de Arte de China. La visita es de 2 horas como máximo por persona, por supuesto con mascarilla y previo control de temperatura.
En una conferencia de prensa en Pekín el 18 de marzo, el funcionario del Ministerio de Cultura y Turismo Gao Zheng dijo que "el entusiasmo de la gente por el turismo y el consumo ha visto signos de recuperación, junto con la mejora continua de la situación de control de epidemias en todo el país".
El gobierno de Nanjing anuncio por su parte un plan de 318 millones de yuanes (alrededor de 42 millones de euros) para aumentar el gasto de los consumidores, con cupones para uso en restaurantes, centros comerciales, lugares deportivos y viajes.
Las autoridades pidieron a los funcionarios en esta área que “dieran ejemplo” a la ciudadanía gastando al menos 100 yuanes (unos 13 euros) cada vez que visitaran una tienda o restaurante, con el fin de "ayudar a las empresas en este momento difícil", según relata The Telegraph.
El Ministerio de Cultura y Turismo, por su parte, tendrá "contacto en tiempo real con empresas de turismo on line, plataformas de venta de entradas y agencias de viajes, ya que prevenir los casos importados de COVID-19 se ha convertido en una prioridad en la prevención de epidemias en el país", explicó Zheng.
La provincia de Hubei, la más afectada por el coronavirus en China, también comienza a dar tímidos pasos hacia normalidad con la reanudación de los servicios de transporte público en muchas ciudades.
Fuente: https://www.cerodosbe.com/es