La aerolínea que viene sufriendo desde hace tres años una fuerte crisis económica acaba de recibir la mala noticia de que el Gobierno de Sudáfrica ha anunciado que no la financiará más.

Según ha informado On The Wings of Aviation, la postura del ejecutivo sudafricano solo deja dos escenarios posibles: que la aerolínea consiga financiación 100% privada y se salve, una opción sumamente complicada teniendo en cuenta la crisis del coronavirus, o que colapse. De quebrar, el país se quedaría prácticamente sin conexiones con el exterior operadas por aerolíneas sudafricanas.

El pasado lunes, 14 de abril, se hacía pública una carta del gestor que se encarga de la situación de South African, después de que el Gobierno de Sudáfrica la rescatara por última vez, en la que se confirman las intenciones del Estado de abandonar a la aerolínea a su suerte.

Todo ello, pese a los esfuerzos desarrollados por el gestor, quien optó por reducir las rutas ineficientes, algunas directamente las canceló, por retirar los aviones A340-600 en pro de los A350, que son más eficientes, y por realizar recortes significativos en la plantilla.

De acuerdo con el diario citado, la aerolínea lleva más de una década sin generar beneficios, debido a la ineficiencia de las rutas, a un número de empleados superior al necesario y al uso de aviones con una capacidad mayor a la necesaria. De hecho, el ejecutivo sudafricano ha subvencionado a South African con más de 1.100 millones de dólares estadounidenses.

Sudáfrica se convertirá así en uno de los pocos países de África sin aerolínea de bandera, aunque prácticamente otros operadores, incluso nacionales, la habían reemplazado.