La administración Trump está considerando emitir una emergencia de salud pública que permitiría a las autoridades fronterizas de EE. UU. bloquear el reingreso al país de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes si muestran signos de estar infectados con COVID-19, según informes del New York Times y Reuters.
Según el borrador del memorando que supuestamente circula entre las agencias federales, el gobierno podría bloquear la entrada a los Estados Unidos si un funcionario "cree razonablemente que la persona puede haber estado expuesta o está infectada con la enfermedad contagiosa". No está claro si la propuesta avanzará, a la espera de los comentarios de varias agencias.
La regla propuesta se aplicaría a todos los puntos de entrada a los Estados Unidos, incluidos los aeropuertos y a lo largo de las fronteras norte y sur. Pero tendría el mayor impacto en la frontera mexicana, donde muchos ciudadanos estadounidenses y residentes legales cruzan de un lado a otro con frecuencia para viajes esenciales.
No está claro si el poder ejecutivo tiene la autoridad legal para impedir que los ciudadanos estadounidenses regresen a su propio país, pero la administración Trump ha restringido previamente la entrada para los estadounidenses que regresan de países con altas tasas de infección por COVID-19.
A principios de la pandemia, el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad F. Wolf, emitió un Aviso de restricciones de llegada para los ciudadanos estadounidenses que regresaran a casa después de visitar recientemente ciertos países europeos, China, Irán y Brasil. Los estadounidenses que regresaban de los países restringidos fueron canalizados a través de 15 aeropuertos para su revisión.
"Estos pasajeros serán redirigidos a uno de los 15 aeropuertos por su aerolínea sin costo alguno para ellos", dijo Wolf en ese momento. “Entiendo que este nuevo proceso será perturbador para algunos viajeros, sin embargo, esta acción es necesaria para proteger al público en general de una mayor exposición y propagación del coronavirus. Una vez de regreso en los EE. UU., es imperativo que las personas respeten las directivas de auto cuarentena para ayudar a proteger a sus seres queridos y comunidades".
Los críticos del presidente dicen que esta nueva propuesta tiene menos que ver con el coronavirus que con la inmigración. Trump ha culpado recientemente al aumento de las tasas de infección en los EE. UU. en parte a los migrantes que cruzan la frontera desde México, a pesar del hecho de que la tasa de infección por COVID-19 de México es mucho más baja que la tasa de infección en los EE. UU.
Los expertos legales se han apresurado a cuestionar la legalidad de impedir que los ciudadanos estadounidenses regresen a su propio país.
“Prohibir que los ciudadanos estadounidenses ingresen a los Estados Unidos es inconstitucional”, dijo Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles. "La administración Trump ha implementado una prohibición fronteriza tras otra, más recientemente en niños y solicitantes de asilo, usando COVID-19 como excusa, mientras fracasa abismalmente en controlar el virus en los Estados Unidos".
Fuente: https://www.forbes.com