Las Tasas Turísticas han sido motivo de debate desde que algunas ciudades comenzaron a implementarlas, inclusive Buenos Aires ya cobra un Derecho por Uso Urbano. Estos son algunos de los modelos implementados y en qué se están utilizando actualmente.
En los últimos años es posible que hayan notado un pequeño impuesto turístico añadido a la factura al hacer la reserva o al registrarse en un hotel. Aunque las tasas turísticas son a menudo insignificantes, con una media de unos pocos dólares por noche, los destinos y los alojamientos consideran que este tipo de tasas es una de las formas más fáciles de que los viajeros devuelvan algo a los lugares que visitan.
Al enfrentarse a los impactos del turismo excesivo antes de la pandemia, destinos como Ámsterdam, Venecia y Barcelona fueron algunos de los primeros en introducir este tipo de tasas para redistribuir los beneficios a las comunidades y compensar los costos de mantenimiento de las instalaciones públicas. Con la reapertura en pleno apogeo, el uso de estos impuestos ha pasado a ser para reconstruir mejor.
Los fondos se destinan ahora a apoyar el mantenimiento de infraestructuras turísticas sostenibles, proyectos de conservación y otros planes para mejorar la "ecología" de los destinos. Aunque estos impuestos pretenden apoyar a los destinos en su desarrollo sostenible, es necesaria la transparencia para ganar la confianza de los consumidores (y del sector) y que los destinos sigan adoptándolos. Teniendo esto en cuenta, veamos cómo los siguientes destinos han convertido las contribuciones de las tasas turísticas en valiosas iniciativas de turismo sostenible.
Islas Baleares, España
Las Islas Baleares, un archipiélago de destinos turísticos consolidados, Ibiza y Mallorca, están situadas al este de la costa mediterránea de España. Conocidas por sus aguas azules, su vida nocturna y sus impresionantes pueblos junto a los acantilados, estas islas baleares son uno de los destinos veraniegos más frecuentados y atraen a hordas de viajeros europeos cada año.
Para orientar la atención de las islas hacia la conservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural, se creó el Comité de Turismo Sostenible, que selecciona y financia proyectos con los beneficios generados por la tasa turística de 1 a 4 euros diarios, según el tipo de alojamiento y la duración de la estancia.
Hasta la fecha, el impuesto se ha destinado a apoyar a los propietarios de los molinos de viento de Mallorca, un bien patrimonial, y a la renovación de las infraestructuras turísticas de la sierra de Tramuntana, patrimonio mundial de la UNESCO.
Nueva Zelanda
Otra isla, aunque menos tropical, que apoya el desarrollo medioambiental a través del gasto turístico es Nueva Zelanda. A su llegada, los visitantes pagan una tasa de 35 dólares neozelandeses (unos 24 dólares estadounidenses), también conocida como "International Visitor Conservation and Tourism Levy" (IVL).
Este impuesto obligatorio aplicable a todos los visitantes extranjeros se introdujo en 2019 y, desde entonces, se ha utilizado para la conservación de las atracciones turísticas naturales y los servicios circundantes.
Los proyectos de investigación y desarrollo en materia de conservación han recibido más de 3 millones de dólares neozelandeses (aproximadamente 2,08 millones de dólares estadounidenses) para proteger algunos de los destinos turísticos más bellos del país, Milford Sound y el Parque Nacional de Cook.
Ámsterdam, Países Bajos
Este "paraíso de los moteros", famoso por sus tulipanes, molinos de viento y espíritus libres, vio nada menos que 20 millones de llegadas de turistas en 2019, superando a su poco menos de un millón de residentes locales. Víctima de su propio éxito, Ámsterdam fue considerada uno de los casos más conocidos de sobreturismo, al tiempo que es una de las ciudades más vulnerables al cambio climático.
Para combatir los efectos del sobreturismo y aprovechar los beneficios de su exitosa industria turística, el gobierno holandés introdujo un impuesto turístico del siete por ciento sobre las estancias en hoteles con una tasa adicional de 3 euros (aproximadamente 3,30 dólares) añadida por persona y noche; también se cobraría una tasa diaria de 8 euros (8,90 dólares) a los pasajeros de cruceros.
Los fondos del impuesto se han destinado a la sostenibilidad y longevidad de los famosos canales y puentes de Ámsterdam, que requieren un mantenimiento intensivo para evitar la presión del desgaste, por no hablar del aumento de las mareas inducido por el calentamiento global.
Tailandia
Como uno de los destinos más visitados del planeta, Tailandia atrae continuamente a una gran variedad de turistas, desde mochileros hasta turistas de lujo, que vienen a disfrutar de las vibrantes ciudades del país, las escapadas a la selva y las idílicas playas. Para aprovecharlo, el Centro de Administración de la Situación Económica de Tailandia puso en marcha un "fondo de transformación del turismo", subvencionado por un impuesto turístico de 500 bahts tailandeses (unos 15 dólares) recaudado por visitante.
Los fondos, además de las tasas turísticas específicas de cada destino, apoyarán la reestructuración del país para pasar del turismo de masas al turismo sostenible, ayudando a proyectos de desarrollo de la conservación como el cambio de imagen de Maya Beach (Koh Phi Phi Leh), que facilitó un proyecto de reactivación para reabrir la isla altamente turística de forma sostenible después de su cierre en 2018 tras los impactos del sobreturismo.
Quintana Roo, México
Hogar de algunas de las primeras "Zonas de Turismo Sostenible" del mundo, la provincia de Quintana Roo incluye las ciudades de Cancún, Playa Del Carmen, así como Cozumel y otros populares destinos de resorts y cruceros todo incluido en el Golfo de México.
Desde abril de 2021, se cobra electrónicamente un impuesto turístico de 224 pesos mexicanos (10-11 dólares) a los visitantes que llegan en avión o crucero.
El impuesto turístico fue planteado por el gobernador de Quintana Roo y apoyado por representantes de organizaciones turísticas como la Asociación de Hoteles de Cancún para aportar dotaciones adicionales para el desarrollo social y el apoyo a la biodiversidad del atractivo de México para el buceo y el snorkel, el arrecife mesoamericano.