Halloween, una época para las emociones, los escalofríos y unos buenos sustos. Pero... ¿sabían que la fiesta del terror favorita de todos tiene su origen en Irlanda? Si se creen valientes descubran los fantasmas y demonios de edificios espeluznantes de Irlanda.
Es fácil imaginar el esplendor de Coolbawn House, en el condado de Wexford, en su apogeo. El político Francis Bruen construyó esta hermosa mansión del renacimiento Tudor en la década de 1820, pero desde entonces ha quedado en ruinas.
Hoy en día, la casa está cubierta de hiedra y la familia que la habitó se fue hace mucho tiempo, pero dista mucho de estar vacía. De hecho, se dice que la habita el fantasma de una sirvienta.
Lissan House, hogar de la familia Staples durante más de 400 años, se encuentra en pleno corazón de una finca de 108 hectáreas a los pies de las montañas de Sperrin, en el condado de Tyrone.
Podés reservar una visita guiada a esta mansión, pero debes saber que la familia celebraba sesiones de espiritismo para contactar con los muertos y se dice que algunos de esos espíritus siguen vagando por los salones a día de hoy.
Puedes alquilar el rústico castillo de Blackwater, en el condado de Cork, para estancias en grupo o incluso para una boda, pero debes saber que no es un lugar apto para miedosos.
En 1650, Lady Ellen Roche lideró la defensa del castillo (por aquel entonces castillo de Roche) cuando fue asediado por las fuerzas de Cromwell, que lo ocuparon tras un esfuerzo valiente por parte de los soldados de Lady Roche, aunque varios de ellos fueron ejecutados y lanzados al río de abajo. Hoy en día, muchos afirman haberlos visto vagando fuera del castillo.
Antes de Romeo y Julieta, ya existían Orwin y Sabina, hija del tristemente cruel «Barón Negro», duodécimo lord de Delvin y propietario del castillo de Ross, en el condado de Meath. La pareja se conoció un día cerca del castillo y pronto se enamoraron. Sin embargo, Orwin era hijo de un cacique local que estaba en guerra con el Barón Negro, por lo que decidió fugarse con Sabina.
Mientras navegaban por Lough Sheelin, se desató una terrible tormenta que hizo volcar su barco. Sabina se salvó y, cuando se despertó tres días después, se enteró de la desgarradora noticia de que Orwin se había ahogado. Angustiada por el dolor, se encerró en su habitación y acabó muriendo con el corazón roto.
Si te encanta la idea de pasar la noche en un castillo encantado, estás de suerte. El castillo de Kilkea, en el condado de Kildare, acoge huéspedes por un mínimo de tres noches, pero será mejor que estés alerta.
Esta fortaleza fue construida a finales del siglo XII y ha sido testigo de varias apariciones, como la del excéntrico Gerald FitzGerald, undécimo conde de Kildare, que fue conocido como el «Conde mago» debido a su interés por la magia negra. Muchos afirman haberle visto deambular por el castillo.
Si sales a dar un paseo, presta mucha atención a la «Mujer de blanco», que vaga por el jardín y desaparece a través de los muros de piedra cercanos a la entrada.