Esta historia comienza en el año 2016, viajando con mi pareja por Sevilla junto a un grupo de CrucerosAcompañados.

En el medio de la excursion a la ciudad, en la Plaza de los Suspiros, detiene a la guía, y con todo el grupo de testigo, me pide la mano (no estabamos casados y la pareja era muy reciente). Yo, en medio de mi sorpresa y nervios, le digo que no y que todavia teníamos que estar mas tiempo juntos.

El noble caballero, con gran templanza e hidalguía, me sonrió, lo acepto y continuamos disfrutando el viaje.

3 años despues, volvemos hacer el mismo viaje, y durante el tour a Sevilla, lo veo hablando como en secreto con la guía. No sabía si ponerme celosa o qué, pero pense en que podria estar tramando.

Llegamos nuevamente a la Plaza de los Suspiros, y escuchando todo el grupo, la guía dice: "aqui detengo mi explicación y dejo lugar al caballero para que haga una proposición". Y sí, por segunda vez hizo el intento. Verán en la foto que esta vez con un anillos de dos perlas. Muy emocionada, y ante el aplauso y los vitores, nos solo del grupo de pasajeros, sino de todos los que estaban en la plaza, pude decir esta vez SI.

Por Paula Tuduri. Ganadora en la primera semana de relatos de viajeras de marzo 2020. Para más información sobre la iniciativa y poder participar en las semanas entrantes hacé click acá.

El texto tuvo modificaciones menores de edición para aumentar la claridad el relato.