Los balnearios de la Costa Atlántica bonaerense se extienden desde San Clemente del Tuyú hasta Monte Hermoso. Están los más populosos y los que todavía permanecen casi vírgenes, como Valeria del Mar y Marisol. ¿Cuál prefieren?
Para disfrutar del mar, las caminatas por la arena y el relax, todavía quedan alternativas en nuestra Costa Atlántica. La propuesta para estos meses son dos balnearios bonaerenses con nombre de mujeres: Valeria del Mar, en Pinamar; y Marisol, en Coronel Dorrego.
El aroma de los pinos entre la brisa costera
A orillas del Mar Argentino, con playas de 200 metros de ancho, bosques inmensos, médanos que parecen extenderse al infinito y los colores sol reflejados en el mar, la localidad de Valeria del Mar deslumbra.
Valeria del Mar, cuyo nombre fue puesto en honor a Valeria Guerrero la antigua dueña de estas tierras, se ubica entre Ostende y Cariló ostentando sus magníficas playas de arenas finas donde el visitante encontrará la satisfacción de todos sus deseos. Cuenta, además, con todos los servicios para ofrecer al turista, junto a un sector comercial, restaurantes, confiterías y pubs, y un tentador casino.
La cabalgata es una de las actividades más pintorescas de Valeria del Mar. Recorrer las orillas, los bosque, y atravesar los médanos sobre el lomo de mansos caballos, suele ser el paseo más elegido por los visitantes de esta escena donde la playa es protagonista. Las travesías diurnas y nocturnas en cuatriciclos no se quedan atrás, y las bicicleteadas las siguen de cerca, junto a jeeps gigantes que se aventuran en terrenos escabrosos. En tanto, hay quienes prefieren adentrarse en las aguas en entretenidas excursiones de pesca, y para aquellos que desean permanecer utilizando las instalaciones de los balnearios, existen opciones recreativas como las canchas de tenis y paddle.
En el destino se suman actividades de turismo aventura y experiencias para todas las edades. Travesías todo terreno, cabalgatas, itinerarios diurnos y nocturnos en cuatriciclos, bicicleteadas y jeeps; excursiones de pesca, diversidad de deportes y un pintoresco centro comercial, con restaurantes exclusivos y casino, atrapan a turistas y visitantes.
Un hermoso pueblo costero de 200 habitantes
La serenidad, incontables médanos y la particularidad del agua donde el Río Quequén Salado se confunde con el Océano Atlántico, dan forma a Marisol, un pueblo costero ubicado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, muy cerca de otras localidades costeras como Claromecó y Monte Hermoso.
En la localidad del distrito de Coronel Dorrego, alejada de las grandes urbes y enmarcada por paisajes ribereños, boscosos y marítimos, viven 200 personas, por eso quienes deseen pasar las vacaciones de verano en una zona relajada, con playas amplias de 35 kilómetros de longitud y hasta 800 metros de ancho y médanos que tienen la misma altura que un edificio, el Balneario Marisol es una alternativa muy tentadora.
El cordón de médanos forestados, que alcanza los 3.000 metros de ancho, y la ribera del río Quequén Salado, que desemboca en el mar, son otros claros protagonistas del paisaje.
En esta postal sureña es común la práctica de deportes acuáticos como kitesurf o surf o stand up paddle o pesca deportiva en el Río Quequén y Mar Argentino.
Su puente antiguo, que recuerda el trazado original del Balneario Marisol; los saltos naturales del Río Quequén Salado, las cascadas Mulpunleufú y Cifuentes- identificada como el salto más alto de la provincia de Buenos Aires con 7 metros de altura- y La cueva del Tigre, son parte de los imperdibles de este destino.
Está ubicada a 197 kilómetros de Bahía Blanca, a 353 kilómetros de Mar del Plata y a 576 kilómetros de Buenos Aires.
Valeria del Mar y Marisol, pequeñas localidades costeras de la provincia de Buenos Aires, convierten cada estadía en un descanso perfecto a donde siempre queremos volver.