Mavy Jaichenco, nuestra columnista de Cocina Argentina para "Ciudadanos Viajeros" nos dejó este sábado una receta para tener como un comodín en el día a día, con productos tan patagónicos como el dulce dde Rosa Mosqueta o lo que encuentren en su casa.
Establecida hace muchos años en Lago Puelo, Chubut nos contó que esta época del año es maravillosa para conocer la región de la Comarca Andina, con días cálidos, el otoño comienza a teñir los bosques de los más variados colores y hay menor presencia de turistas, lo que permite disfrutar casi en soledad de las maravillas locales.
Para el día de hoy Mavy nos trajo una receta super cumplidora, fácil de hacer, versátil y deliciosa: inspirada en la Torta japonesa de 12 capas de crepes, y que nosotros hemos llamado "torta de panqueques". la gran diferencia es que en Japón se hace con harina de arroz y dulce de soja.
La receta: 2 huevos, 200 cc de leche, harina 4 ceros, 120 gr, y 50 gr de manteca derretida. El secreto: poner primero los huevos, la harina y la mitad de la leche. mezclar con batidor de mano hasta que quede lisa y recién entonces agregar el resto de la leche y la manteca, de esa manera no quedan grumos.
Calentar una sartén y hacer los panqueques finitos.
Poner los panqueques en el aro de una tortera desmontable de a uno y "pincelar" cada capa con un poco de dulce de Rosa Mosqueta (o el que tengan) hasta llegar al panqueque número 12.
No poner mucho dulce entre capa y capa es el secreto para que no quede empalagosa.
La decoración queda a gusto de cada uno. Crema batida, más dulce y frutos rojos, crema pastelera, dulce de leche, pero el complemento ideal es con una salsa de chocolate que se puede hacer con una taza de leche y dos barritas de chocolate para taza derretido en el microondas, y así en caliente (o tibia) se le echa sobre la porción de torta y queda espectacular.
Cocinar algo más gourmet es comer rico, liviano y fresco poniéndole un poco de nuestra creatividad y ganas.
Un consejo: si les quedan facturas del día anterior preparen un buen Budín de Pan, agregándole menos azúcar porque la miga ya es dulce.
Chubut tiene todos los paisajes y el Corredor de los Andes se lleva toda la gloria.