Hay tres lugares que tienen encanto propio y por eso son los más visitados en esta temporada. Hasta el 21 de junio, todos los espacios están repletos de flores, como así también las terrazas de los bares con turistas que buscan dejar atrás el invierno y aprovechar el solcito más amable.
¿Te animás a salir con tu cámara a retratar los campos de cerezos y almendros, las enormes cascadas en los parques nacionales o la decoración de balcones con geranios?
En el país es posible superar la imaginación retratando un millón y medio de cerezos en flor. Este “milagro paisajístico” que lo cubre todo de blanco sucede en el Valle del Jerte (Extremadura) en marzo o abril dependiendo del tiempo y merece la pena contemplarlo al menos una vez en la vida.
Durante estos días se pueden ver los 50.000 cerezos del Valle de las Caderechas en Burgos y los de Sierra Mágina en Jaén. Por su parte, la localidad riojana de Nalda celebra la Fiesta del Ciruelo en Flor y los campos de Cieza (en la Región de Murcia) ven florecer sus árboles frutales.
A fines de este mes, le toca el turno a Asturias y su famosa Comarca de la Sidra, quienes deseen presenciar la floración de los manzanos podrán hacerlo. Entre mayo y junio, Gredos Norte (Ávila) se convierte en la Capital Mundial del Piorno en Flor y se tiñe de tonos amarillos. Y en julio cada vez tiene más fama el Festival de la Lavanda de Brihuega (Guadalajara), cuando sus campos adquieren un color morado al que ningún instragramer se puede resistir.
Por su parte los 16 Parques Nacionales españoles parecen experimentar una explosión de vida en estas fechas. Paisajes como los de Ordesa y Monte Perdido (Huesca) o los Lagos de Covadonga (Asturias) en plena montaña se vuelven increíbles. También es el momento para contemplar aves, ciervos y linces en Doñana (Andalucía) o para hacer senderismo por las diferentes rutas.
Nadie debe irse sin contemplar las cascadas en su máximo esplendor. Esta es la mejor época para hacerlo y se pueden encontrar algunas que son realmente impactantes como la del Pozo de los Humos en las Arribes del Duero (Salamanca), el Salto del Nervión (entre Álava y Burgos), los Chorros del Río Mundo (Albacete) o el nacimiento del río Cuervo (Cuenca).
La fiesta más colorida, donde las flores son también las protagonistas en España, puede vivirse durante el mes de mayo. La más conocida es la de los Patios de Córdoba (declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO). Allí el visitante podrá pasear por patios pintorescos de la ciudad, que en esta temporada compiten por conseguir las decoraciones más vistosas con macetas de geranios, claveles y jazmines.
También en mayo se celebra en Girona el Temps de flors (tiempo de flores) y los patios, monumentos y rincones de la ciudad se llenan de plantas y espacios florares. En junio tiene lugar el Corpus Christi en lugares como Toledo, San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), Sitges (Barcelona) o Ponteareas (Pontevedra) y se adornan las calles con enormes alfombras hechas de pétalos.