Dicen que es la ciudad que anula cualquier tipo de prejuicio y seduce al visitante desde el mismo momento en que éste pisa su suelo. La fiesta está en la calle, habita a sus ciudadanos, es para todos y de todos. Las veredas se inundan a puro ritmo. 

Los fines de semana hasta el lunes inclusive puedes ir a Pedra do Sal y disfrutar en el centro de la plaza del pueblo junto a centenares de personas de alguna caipirinha. Los sábados en Armázem do Senado a las 4 de la tarde, en pleno centro de Río se arma una fiesta que atrae a niños, mayores, jóvenes, familias, grupos, parejas. Allí encontrarás familias enteras disfrutando de platos típicos, color y música. Se puede terminar el recorrido visitando el lugar más cool: Labuta, donde al ritmo de la samba  y con sillas de playa ocupando el asfalto, celebran la vida.

Para los que buscan una aventura lo ideal es subir a Dois Irmãos. El morro es la montaña que se ve desde la playa de Ipanema y una de las siluetas más reconocibles y fotografiadas de Río. Subirla es una experiencia muy atractiva. Se parte desde la plaza de Vidigal, allí en moto-taxi se llega a la entrada del parque natural. Son unos 45 minutos recorriendo la montaña entre árboles, el canto de los pájaros, animales y naturaleza salvaje. Arriba los espera una gran postal de las playas extendidas a lo largo, el Cristo Redentor y el lago.

En Ipanema, es posible pasear sin descanso. En sus playas la magia se hace presente y los atardeceres bañan el lugar con los mejores colores de Brasil.  Allí podrás atravesar el Botánico, quedarte leyendo en uno de sus tantos bancos, tomar un café en Absurda Confeitaria, desayunar en Slow Bakery  o  leer en el Parque Lage, bajo la atenta mirada del Cristo Redentor .

Para los amantes de la moda, la brasileña es pura energía: una oda al color, a la fantasía y al cuidado por las formas. Farm Rio es una opción, el lugar tiene dos pisos únicos de colores. Osklen nació de un viaje de Oskar Metsavath, médico, a la Patagonia en el que se confeccionó su propia ropa. A partir de ahí nació uno de los imperios de la moda brasileña, diseños minimalistas, texturas especiales y prints eclécticos. Pano, es un showroom pequeño lleno de prendas perfectas para la playa o para salir vestido más cool a la calle. 

Si necesitas más alegría, no dejes de conocer Santa Teresa, es uno de los barrios más antiguos y bohemios de Río, situado a lo alto de una colina. Recorrerlo es perderse entre casas antiguas, bares clásicos, otros renovadísimos y hoteles con vistas exclusivas.

Si sos un apasionado por las antigüedades no dejes de conocer la Praça XV,  los días sábados arman un mercado donde venden ropa, vinilos, decoración y cualquier cosa que se te ocurra. 

Y a la hora de comer los botecos, son los sitios de comida típicos cariocas: normalmente pensados para tapear y compartir distintos platos, aunque hay algunos, como el Bar do Mineiro, dónde hay que ir a comer feijoada .

Por la noche hay varias opciones, las favoritas de los turistas son Botafogo y Baixo da Gávea, en ambos la diversión está asegurada. Botafogo es el nuevo barrio cool, donde se puede degustar carne asada o sandwich de linguiça (salchicha). También tomar cócteles en Calma o en el Quartinho. En Baixo da Gávea el plan puede empezar en el Braseiro da Gávea o en Brewteco y continuar en la calle. 
Si estás buscando libertad, diversión , playas y tragos, el destino tiene todo preparado para vivir unas vacaciones increíbles.