Cocinero y emprendedor, desde hace 20 años está radicado en Bariloche donde tiene el restaurante Quiven Patagonia y más recientemente abrió Madurado y Dejá Vu, dentro del hotel Inacayal.
Días antes de viajar hacia Estados Unidos, a la final del certamen Bocuse d’Or Américas 2024 en la ciudad de Nueva Orleans nos comunicamos con él desde la radio para conocerlo más, saber de su cocina y de cómo será la competencia.
Esto nos contaba:
Estamos afinando la presentación de los platos que llevamos a la competencia
No elegimos nosotros lo que vamos a hacer sino que lo deciden ellos en base a las materias primas que nos imponen
En una primera instancia hay que presentar una bandeja con 10 porciones con jabalí, y dos guarniciones que lo acompañan con sus salsas
También hay que preparar 10 platos “de restaurante” con 3 ingredientes: langostinos, cangrejo y ostras y a esos hay que sumarles lo que vos quieras pero no puede superar el 20% del ingrediente que ellos te imponen
Competimos el 12 y tenemos 5 horas y media para presentar lo antes mencionado
Nos van a dar unos embutidos de cocodrilo para realizar algo
Ojalá estemos a la altura de las circunstancias
Se juega mucho con la estética en estos certámenes
Viajo con un equipo de un mínimo de 4 porque no nos dan los números para llevar los 7 que te habilitan
El Estado está ausente como siempre
Carlos Puricelli es un chef amigo y el coach del equipo que nos maneja los tiempos
Clasifican 5 equipos de toda América par ir a la final en Lyon
En Quiven tengo una cocina ultra moderna pero tengo un enlace muy particular con el entorno, trato de revalorizar todos los productos de mi alrededor
Le pongo un valor agregado a la trucha, el cordero, el ciervo, el jabalí, los hongos, la rosa mosqueta
Hay un postre en particular que nos acompaña hace 6 años que no puedo tocar que es el Cheese Cake de mandarina
Tengo un restaurante en donde sirvo sólo carnes maduradas de 43 días
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