En cada nombre del lugar donde elegimos viajar, hay un misterio, una historia, una sorpresa.

La chilena XI región de Aysén, deriva de aquella frase de Darwin “The place where the ice end”. La palabra indígena Xaymaca significa “lugar del oro bendecido” y hoy es Jamaica. Nuestra Argentina viene del latín “argentum”, la que resplandece. 

Aruba quiere decir “Oro Rojo” para algunos y, para otros que creen que la palabra está derivada del español con ascendencia árabe, quiere decir “amar al esposo”. Los arawak, habitantes originarios de la isla, aparentemente plantearon otra significación: “Alli hubo oro”.

Como sea, y aunque a simple vista parece un destino de hoteles de lujo y playas, la isla tiene una intensa historia desde 1466 y esta se puede sentir en sus calles, sus construcciones y sus restos arqueológicos. Su lucha fue larga y pareja y al fin fue reconocida su independencia de los Países Bajos el 1 de enero de 1986.

Pequeña -30 km de largo por apenas 8 de ancho-, su costa se extiende en el archipiélago de las Pequeñas Antillas a apenas 25 km de la costa venezolana de Paraguaná. Alejada de la zona de huracanes sustenta un clima perfecto todo el año, soleado y dispuesto para largas horas en su mar tranquilo y turquesa.

El mar es el escenario perfecto para los deportes acuáticos de toda índole pero también hay paseos interesantes como el parque nacional Airkok, donde dar un vistazo al pasado y disfrutar de su belleza natural. Caminando, en moto o en cuatro por cuatro, los visitantes pueden apreciar la diversidad de las especies de flora nativa de Aruba y los guardabosques les señalarán ejemplos de los 48 tipos diferentes de árboles nativos. Airkok cuenta con áreas naturales e históricas diversas que incluyen el Centro Airkok, con una colina del mismo nombre que asciende a 184.5 metros sobre el nivel del mar y por ende es considerado el hito más alto en Aruba. En el área también se encuentra la Cueva Fontein de dibujos indígenas en rocas.

Durante los años 1400 y 1500, los aventureros viajaban por el Caribe en búsqueda de riquezas y tesoros. Fueron piratas y buscadores de oro quienes forjaron la historia de la isla y dejaron su rastro en las minas Bushiribana, que alguna vez fueron el centro de la carrera del oro durante el siglo XIX y actualmente están abandonadas en la costa norte, hacia el centro de la isla. Cerca descansan las ruinas de un viejo castillo pirata cuyos orígenes podrían remontarse a cuando Alonso Ojeda llegó a Aruba proveniente de España. Cerca de las ruinas de oro de Balash está la planta desalinadora de agua de mar considerada como la segunda más grande del mundo y que provee de agua potable a toda la isla. Invento de los holandeses, que de agua conocen mucho.

La gruta de Lourdes, otro imán para las visitas,  fue construida en 1958 y está en el Seroe Pretor (Cerro Negro). Allí, cada 11 de Febrero que coincide con la fiesta de la Virgen de Lourdes, se organiza una procesión que parte de la iglesia de Santa Teresita en San Nicolás hasta la gruta, donde ofrecen una misa.

El terreno de Aruba es prácticamente chato y árido. Esto deja al descubierto una serie de extrañas e intrigantes formaciones geológicas formadas por grandes rocas de diorita de cuarzo considerados un misterio “inexplicado”. Al norte de Hooiberg, se elevan las rocas de Casibari, provistas de puntos panorámicos elevados para ver toda la geografía de la isla.  Las formaciones rocosas Ayo fueron en la antigüedad viviendas de pobladores que dejaron sus petroglifos en las rocas. La zona parece haber sido creada por el hombre ya que sus grandes rocas parecen haber sido apiladas unas sobre otras conformando la mítica “Rocadura”, aquella famosa ciudad de ficción de la serie de dibujos animados Los Picapiedras.

Un antiguo faro de piedra California puede verse desde el campo de golf Tierra del Sol. Su nombre se debe al barco que naufragó, de ese mismo nombre . El faro ocupa una elevación junto al mar y es un hito escénico de Aruba. El extremo noroeste de la isla se conoce como “Hudishibana” y se caracteriza por su espectacularidad, debido a sus grandes y onduladas dunas de arena y orilla de roca de coral.

Hay otros sitios, pero sin dudarlo el favorito de muchos son los casinos, aunque también se organizan festivales todas las semanas como el BonBini. Para completar museos, restaurantes de cocina gourmet y sobre todo los arubianos. Simpáticos, conversadores y cálidos. Hombres y mujeres sencillos que viven en un paisaje deseado por muchos y cuyo nombre tendrá significado serio, pero en el idioma de los viajeros significa nada más y nada menos que placer y descanso.

©Sandra Kan

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