El proyecto es un conmovedor ejemplo de cómo el arte y la salud pueden entrelazarse para crear un espacio cálido y acogedor para las infancias. La iniciativa, liderada por la pediatra Florencia Nuñez y el Licenciado en Artes Visuales Nazareno Manccione, busca ofrecer no solo atención médica, sino también un entorno lúdico y creativo.
En el aire del lugar vuelan letras de libros de cuento, juguetes de madera, una imprenta y mil ilusiones que lleva en su guardapolvo blanco una médica pediatra y un Licenciado en Artes Visuales. El proyecto nace de la mano de Florencia y Nazareno, quienes sienten la necesidad de crear un espacio en donde funcione un consultorio pediátrico, una tienda de juguetes artesanales de madera (además de libros para las infancias y juegos de mesas) una imprenta que combina la edición digital con la imprenta artesanal y el hogar familiar.
El trabajo, el arte, los antiguos oficios y la salud de los niños son un pilar fundamental de este espacio desarrollado por esta pareja y su pequeña hija Gricel, quien los inspira todos los días para llevar adelante esta propuesta.
Cuando nació Gricel, la crianza y sus primeros juguetes reconectaron a Nazareno -padre primerizo- con un mundo que había conocido y disfrutado estudiando arte: el diseño y la fabricación de juguetes. Luego una caladora de banco llegó a sus manos como regalo de navidad, de a poco fue adquiriendo herramientas y el tiempo muerto de la cuarentena, lo empujaron a dar forma a la fábrica.
Los juguetes creados en el taller llamado “Soñar, Soñar” llegaron a muchos hogares y jugueterías de la provincia de Buenos Aires, como General Alvear, Saladillo, La Plata, Azul, Médanos, también a Capital Federal, y a provincias como Neuquén, Chaco, Córdoba, Catamarca, La Pampa.
Pero la propuesta se enriquece y se amplía de la mano de Florencia, quien en el mismo lugar, tiene su consultorio pediátrico. El mismo fue pensado como un espacio para poder acompañar infancias y adolescencias de forma amorosa. Esto hace que en un mismo lugar convivan la consulta médica con música, muñecos para abrazar y juegos para crear y divertirse.
Florencia es médica especialista en pediatría recibida en la UBA, hizo su residencia en el Hospital Mercante y disfruta de los desafíos que le presenta el consultorio, sobre todo en lo relacionado con el desarrollo y alimentación. Realizó un posgrado de Alimentación basada en Plantas de la UNR y atiende en el Hospital Municipal y en espacios de atención primaria de la salud en zonas rurales.
Por su parte Nazareno, vuela entre el arte y las letras. Impulsado por la idea de escribir crónicas sobre la historia de gente del pueblo, se convirtió en redactor e imprentero. Se podría decir que la imprenta tiene su génesis en la realización de Aldea Tapalqué, un proyecto que nació en otoño de 2018, a través del cual, Nazareno realizó una revista bimestral de distribución gratuita donde los vecinos y vecinas de Tapalqué cuentan sus historias de vida.
Los primeros números se imprimieron sólo de forma digital y desde hace dos años empezaron a tener tapas impresas de forma tradicional gracias a la puesta en marcha de una antigua máquina tipográfica Minerva de tipos móviles (plomo y madera).
Con más de 100 años y media tonelada de peso la máquina fue bautizada como imprentasauro. Descartada cómo fierro, y condenada a al desguace llegó a “Soñar Soñar”, donde volvió a la vida después de una ardua puesta a punto.
Además de las tapas de Aldea Tapalqué, también imprimió el afiche ¡Viva la Teta! , para la Semana de la Lactancia Materna y el afiche en Defensa de la Educación Pública, ambos distribuidos de forma gratuita. También se imprimieron los fanzines “Mi Gata” con ilustraciones de Gricel y "Deseos, por el Señor Zorro". Este último fue escrito por esta pareja y relata las aventuras de un personaje que vive en el consultorio de “Soñar Soñar” e invita a través del relato a que la consulta sea más amorosa.
Hace poco más de un año “Soñar Soñar” inauguró su nuevo local donde conviven todos los proyectos de la familia. La tienda de juguetes, el consultorio y la imprenta. Por un lado, funciona un espacio de consultorio donde atiende Flor, acompañando a las familias como pediatra, y por otro lado un showroom donde Naza exhibe y pone a la venta sus juguetes junto a una tienda de libros para infancias.
El espacio “Soñar, Soñar” se destaca por su enfoque colaborativo, donde se organizan actividades, talleres y celebraciones que fomentan el vínculo entre las familias y la comunidad. La esencia de amor que impregna cada rincón del lugar es palpable y se refleja en los eventos realizados, como los festejos de primavera y el aniversario del nuevo local.
El lugar es un ejemplo inspirador de cómo se puede fusionar la creatividad, la salud y el bienestar en un espacio inclusivo, donde se prioriza el amor y la atención a las infancias. Las redes sociales, como @soniar.soniar y @aldeatapalque, permiten a la comunidad mantenerse conectada y participar en esta propuesta única.