Se trata de otra opción que ofrece el lugar ideal para explorar los bosques y valles helados. Esta actividad se puede realizar tanto de día como de noche, brindándole al viajero un contacto único con la naturaleza fueguina bajo la nieve.
Calzarse un par de raquetas es una manera especial de conocer los paisajes invernales de la isla. Caminar entre altas lengas nevadas, sentir los copos de nieve en el rostro, y escuchar el viento entre las ramas desnudas mientras uno se puede ir desplazando sin dificultad por valles y bosques.
Estas raquetas están diseñadas para no hundirse en la nieve, se sujetan a la botas con fijaciones que generalmente consisten en una plataforma y correas de nylon que cubren el pie por el empeine y alrededor del talón. Para traccionar sobre el terreno nevado las raquetas poseen crampones ubicados en la base.
Estas caminatas pueden realizarse a lo largo del Valle de Tierra Mayor, que concentra a la mayoría de los centros invernales, o como actividad combinada en otro tipo de excursiones. Los circuitos atraviesan bosques, antiguos caminos abiertos por hacheros y turberas.
Una opción interesante, que permite disfrutar de manera diferente la magia invernal, consiste en realizar una caminata nocturna. A la luz de faroles o antorchas, estas excursiones llevan los turistas por un recorrido fascinante a través de la quietud de la noche. Como broche de oro, las caminatas culminan con una exquisita comida junto a un fogón o en una cálida cabaña.