Cada región de España ofrece una amplia variedad de productos que se vuelven una tentación para los turistas. Es por eso, que a la hora de guardarlos en nuestro equipaje hay que pensar en su tamaño. Los preferidos, son los productos gourmet que tienen envases y son en sí mismos, recuerdos originales.
Por ejemplo, en Andalucía, además de algunos artículos muy típicos andaluces, hay otra cosa que distingue a esta gran región del sur: el excelente aceite de oliva virgen extra (AOVE) de provincias como Jaén, Córdoba, Granada o Málaga. Se pueden adquirir packs con envases de cristal pintado o embotellados en forma de esmeraldas que combinan distintas variedades (picual, hojiblanca, arbequina…). Otros productos más sofisticados son las perlas o el caviar de AOVE y los cosméticos.
En Aragón las famosas frutas confitadas de Aragón cubiertas de chocolate son todo un clásico y su envase de madera hecho a mano recrea las cestas que se usaban antiguamente para recoger las frutas. Pero la estrella es la trufa negra de Teruel: fresca, en conserva o incorporada a otros productos como el pate de pato o la crema de queso.
En Asturias, la Ruta de la sidra es uno de los mejores planes. Se puede conseguir una botella de una variedad novedosa, exclusiva y que marca tendencia como: la sidra de hielo. Se sirve muy fría, en vaso pequeño, y es un acompañamiento ideal de postres o quesos asturianos.
En Cantabria, bajo el sello de calidad “Sabe a norte” se agrupan productos autóctonos de la costa cantábrica como las conservas de anchoas o el aceite de oliva de localidades como Santoña y Laredo.
Otro ícono de esta región son las estelas cántabras, monumentos en piedra de la Edad de Bronce y que hoy forman parte del arte decorativo local y se pueden conseguir en utensilios de cocina en madera tallada o artículos de joyería como colgantes, pendientes y llaveros de plata y oro, entre otros.
En Castilla-La Mancha el azafrán es el elegido. Empleado en cocina para dar aroma y sabor a una variedad de platos, postres y tés, el azafrán de La Mancha está entre los mejores del mundo y es el único en España con Denominación de Origen Protegida.
Cada año en el mes de octubre se celebra en Consuegra (Toledo) la Fiesta de la Rosa del Azafrán. Allí, se consigue este producto delicatessen y también puede encontrarse en otros alimentos como la mermelada y la miel ecológica.
En Castilla y León se destaca otro embutido, considerado un auténtico manjar gourmet: la cecina de vaca que se puede comprar envasada al vacío.
La Comunidad Valenciana ofrece degustar la famosa paella y es probable que luego de probarla, quieras llevarte una muestra de arroz cultivado artesanalmente en el Parque Natural de la Albufera que se vende en tradicionales saquitos de tela. Si además realizas la ruta de la seda, también se pueden comprar pañuelos pintados a mano.
En Extremadura se puede obtener pimentón elaborado en la comarca del mismo nombre, un producto reconocido a nivel internacional. Se puede comprar algún pack gourmet que incluye sus tres variantes (picante, dulce y agridulce).
En Galicia se puede comprar conservas de navajas, mejillones y ostras, entre otros y botellas en miniatura de licor café, aguardiente de orujo blanco típico de las sobremesas. También amuletos de cerámica ideales para regalar.
En las Islas Baleares se pueden comprar las sandalias menorquinas que son todo un símbolo de la artesanía local y la identidad cultural de la región.
En las Islas Canarias las joyas de lava volcánica deslumbran a los visitantes. La preferida es la olivina, una piedra preciosa de gran riqueza cultural y símbolo de elegancia y exclusividad que refleja la conexión entre la naturaleza y el arte joyero canario.
En Madrid es posible llevarse el licor de madroño artesanal, que se elabora con los frutos rojos de un arbusto muy singular, también se usa para conservas y siropes, y elaboración de licores que se pueden llevar embotellados, ideales para llevar en la valija.
Aunque hay miles de propuestas y productos para traernos de recuerdos, estos son algunos de los imperdibles de este destino.