El evento será el 14 y 15 de septiembre en el predio ubicado entre Circunvalación y la Estación de San Francisco de Bellocq. “Allí habrá un gran despliegue de artesanos, emprendedores, food trucks, fogón criollo y cantina y un parque de juegos para los más chicos” comentó el Delegado Municipal Marcos Taboada”. También habrá un segmento de los espectáculos que se realizarán en el Club Recreativo Echegoyen, con una gran peña.
La grilla de eventos comienza el sábado 14 de septiembre al mediodía con una recorrida por el pueblo y un almuerzo.
14.00 hs. Salida a la Estancia San Francisco
15.45 hs. Visita guiada al establecimiento Argelanda
17.00 hs. Charla Debate
19 30 hs. Astroturismo Playón Estación
21.00 hs. Peña en el Club Recreativo Echegoyen
Domingo 15
9.20 hs. Procesión Patrona del Pueblo desde la iglesia al predio
10.00 hs. Inauguración oficial de la Fiesta
10.15 hs. Visita guiada a la Planta de Recolección y Tratamiento de Residuos
12.30 hs. Almuerzo. Comienzo de espectáculos artísticos.
13.00 hs Apertura Ballet Folclórico Municipal.
13.15 hs Danzas Árabes academia Jannan
13.30 hs GRUPO La Factos
14.00 hs Grupo Horizontes
14.30 hs Agustin Rodriguez
14:40 hs Grupo Darma
15.10 hs Eugenia Cardozo
15.40 hs Ballet Folclórico Municipal
15.55 hs Pancho Santaren
16:30 hs Flor de Banda
17:00 hs Sorteos
17.10 hs Cierre con la banda tandilense Vieja Minga
Entre el campo y el mar
Lejos de las app, de Instagram, de la velocidad 5.0 o de la Inteligencia Artificial, este pueblo rural hace honor a su historia, a sus inmigrantes libaneses, dinamarqueses, holandeses entre otros y cuida cada recuerdo como un tesoro que hijos y nietos recuperan como un valor de su propia historia y de la de su comunidad.
Esa misma comunidad que se impuso cuando llegó el trazado del ferrocarril para construir la Ruta 72 y quiso tirar abajo la Estación del Tren, donde un 19 de agosto de 1930 nació el pueblo, perteneciente al partido de Tres Arroyos.
Ubicado a 20 km del mar, entre Copetonas y Orense, San Francisco permanece a puertas abiertas, con sus ritmos de siesta y sus bicicletas sin candado. Muchos de sus niños pasan por el Jardín de Infantes, hoy instalado en la vieja estación ferroviaria.
José Herrero Sánchez, es el escultor del Monumento a la Madre que decora una de las calles principales de Bellocq. Esculpida en piedra dolomita, que se trajo desde las sierras de Olavarría, la obra es un homenaje a aquellas mujeres que, en una época adversa y siendo viudas, pusieron su esfuerzo en administrar todas aquellas tierras donde finalmente se asentó el pueblo.
El Almacén de Ramos Generales Casa Chedrese vendía todo tipo de mercaderías en la región y cada mes de marzo, tras la cosecha, venían todos a pagar sus cuentas “para no perder el bigote”. El dueño del lugar, Gerardo Chedrese cuenta que nació en una de las habitaciones de esa tienda. “Aprendí a caminar sobre el mostrador. Mi padre, Pedro, me contaba que en aquellos tiempos se cumplía la palabra y que el crédito era sagrado. Quien no pagaba perdía el bigote, lo cual era grave en una época en que los hombres hacían culto a sus largos y grandes bigotes”.
Junto a Héctor Somovilla han puesto en valor una antigua casa lindera al almacén y abrieron La Primavera, un alojamiento de pocas habitaciones con baño compartido que, como comenta Héctor “no tiene una finalidad comercial, sino que la gente venga a visitarnos, tenga dónde quedarse y pueda sumergirse en nuestra historia”. En una sala del almacén también se ha conformado un pequeño museo donde atesoran artefactos, adornos y ropas antiguas que invitan a imaginar cómo se vivía en aquellas épocas duras, luchando contra el clima, dependiendo de la cosecha, con pocas comunicaciones y donde “uno se enteraba de lo que sucedía en el pueblo a través de parlantes instalados en el ya cerrado Hotel Ruiz”, comenta Héctor.
San Francisco de Bellocq tiene ese encanto rural de la provincia más grande de la Argentina, donde los locales compartieron sus vidas con los inmigrantes y así forjaron y dieron carácter y fundamento a nuestra historia. Es una invitación a observar esos cielos límpidos por la noche, rebosantes de estrellas. A escuchar los sonidos de las aves y los animales silvestres de la zona. Invita a conocer cómo era la vida por los años 30 y 40 del siglo pasado. Es una parada casi obligada para aquellos que llegan a disfrutar de las playas tresarroyences (Reta, Orense, Claromecó).
Tan cerca del mar, sobre la Ruta Provincial 72 -que nace en Sierra de la Ventana y finaliza en Ramón Santa Marina recorriendo parte de sus 272 km que cruzan varios de los partidos bonaerenses- el pueblo es una pequeña joya intocada gracias a la fortaleza de una comunidad que no se ha ido, que regresa, que construye su día a día. Junto a Copetonas, Orense y Claromecó conforman o que se denomina el Corredor de la RP 72 que es la cual se está mostrando como recorrido turístico de Tres Arroyos.