Se puso en marcha la temporada alta de Avistaje de Ballenas, una encantadora propuesta que se extenderá durante todo el mes de septiembre y tiene como protagonista a las aguas del Golfo San Matías como el lugar elegido por los mamíferos para ofrecer un espectáculo sin igual.
Se trata de una actividad regulada, que se realiza de forma amigable con el ambiente, y que está englobada en un marco normativo que contempla distintos pormenores a la hora de llevarla adelante, a fin de no alterar el curso natural de la vida marina en la región.
El secretario de Turismo, Cultura y Deportes de San Antonio Oeste, Nicolás Carassale, manifestó que “aunque hay avistaje de fauna marina todo el año, septiembre es el mes más fuerte en cuanto a la presencia de ballenas, que desde julio dan paso a un gran número de excursiones”.
En este sentido, Magdelena Arias, doctora en Biología e investigadora de CONICET, manifestó que “el turismo de avistaje de ballenas en Río Negro viene acompañado desde el inicio de la actividad, en 2012, por un programa de monitoreo científico que tiene reconocimiento internacional. La actividad nació como un proyecto experimental y luego de pasar por distintas etapas de investigación fue aprobada para desarrollarse de forma sostenible, siempre y cuando se realice dentro de los marcos establecidos”.
Nicolás Carassale hace especialmente una invitación a todos los rionegrinos “hemos notado que muchas veces nuestros habitantes se van a otra provincia a ver las ballenas en lugar de venir para acá, que la experiencia es muy distinta con un contacto mucho más natural y una adrenalina que marca la diferencia. Si vienen no se van a arrepentir”.
Cabe destacar que en esta región de la provincia cinco prestadores turísticos se encuentran habilitados para realizar excursiones de avistaje, que se llevan adelante de forma amigable con el medio ambiente en pequeñas embarcaciones que permiten vislumbrar a los animales desde una cercanía extraordinaria.
Aunque se realizan salidas durante todo el año para ver fauna marina, en esta época la propuesta se vuelve distintiva ya que implica la posibilidad de encontrar ejemplares de ballena franca austral nadando mar adentro.