“La Suite Presidencial del Orient Express captura la esencia del tren del futuro”, dijo el arquitecto Frances Maxime d'Angeac. Con estas palabras presentó al mundo su última creación: el diseño del nuevo Orient Express, en la 18ª edición del salón internacional Design Miami.

Inspirado en la estética de los años 20, el nuevo Orient Express combina un estilo art déco de ensueño con los códigos del lujo contemporáneo. Este diseño no se limita a replicar el emblemático tren, sino que busca recrear su atmósfera única, ofreciendo una visión moderna y ecléctica del máximo confort, sin perder de vista la sofisticación que hoy se demanda.

Los detalles de la ebanistería, la orfebrería y la marquetería añaden una belleza estética al diseño interior, mientras que los avances técnicos más vanguardistas se integran en el proyecto, dando como resultado una obra de arte en su totalidad. Desde los tornillos estampados del Orient Express hasta el innovador concepto de las suites, cada aspecto fue cuidadosamente diseñado y ejecutado para que los pasajeros puedan redescubrir el esplendor de épocas pasadas, sin renunciar a las comodidades del siglo XXI.

“Metiéndome en la piel de sus creadores, desde René Prou hasta Suzanne Lalique, intenté reinterpretar la historia de este tren legendario, sin nostalgia, pero con el deseo de prolongar su historia, de transportarnos a otro lugar. Como en un sueño”, explica Maxime d'Angeac en la web del estudio, quien ha introducido la forma circular en todos los espacios para añadir suavidad y equilibrio al diseño, en el que se ha respetado la proporción universal creada por Le Corbusier en los años 40.

A partir de 2025, los viajeros que aborden el nuevo Orient Express para recorrer Europa (la ruta aún está por definirse) podrán disfrutar de espacios cuidadosamente diseñados para una experiencia excepcional. Entre ellos se encuentra un elegante vagón bar, que presenta originales recuperados del Nostalgie Istanbul Orient Express y majestuosas cúpulas inspiradas en el estilo del Segundo Imperio, sostenidas cada una por cuatro columnas. También cuenta con un espectacular vagón restaurante, cuyo techo está adornado con espejos y atravesado por arcos que iluminan el interior con una luz tenue, además de las suites, cuyas paredes están revestidas de madera y cuero, reinterpretando los icónicos motivos “rail” de Suzanne Lalique, artista que diseñó los paneles originales de “Mirlos y uvas” que decoran ciertos espacios del tren.

Durante el día, la suite se convierte en un cálido salón, con un sofá que invita a la relajación.  Por la noche el espacio se convierte en un refugio, dominado por una enorme cama que atrae todas las miradas. Una elegante cabecera de madera, adornada con nácar y bronce, se erige como el eje central de este ambiente.

La Suite Presidencial, que abarca todo un vagón del emblemático Nostalgie Istanbul Orient Express, incluye el Salon des Quatre Colonnes, inspirado en el renombrado diseñador Jacques-Émile Ruhlmann, una figura fundamental del Art Déco. Además, cuenta con un dormitorio para dos personas cuyas paredes de terciopelo están decoradas con bordados de nácar y hilos de plata, un baño privado y un Cabinet de l'Égoïste, concebido para el placer, la evasión y la reflexión. Asimismo, se incorpora un coche cama secundario LX, una joya de colección legendaria que revolucionó los viajes en los años 20 al proporcionar un confort sin igual, y que, sin duda, dejará su huella cuando el nuevo Orient Express reinicie sus rutas el próximo año.

El proyecto se inicia cuando el investigador especializado en historia industrial Arthur Mettetal en 2015, haciendo un inventario mundial para la SNCF (el servicio ferroviario nacional de Francia) de los coches de la empresa de trenes de lujo que había cerrado en 1977, localizó este conjunto de 17 vagones originales –que datan de las décadas de 1920 y 1930– en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. Tras un par de años de negociaciones entre el grupo Accor, propietario actual de la marca Orient Express, y el dueño de los coches, el Nostalgie Istanbul regresaba a Francia y con él el sueño de un tren que desafía al tiempo.