Desde el Mirador de la Cornisa Real, se puede admirar este pulmón verde que en su momento fue coto de caza, espacio de dispersión de la Realeza, luego parque de atracciones y, hoy en día, un espacio ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Allí es posible pasear por sus senderos, alquilar un barquito para navegar en el lago, visitar el Zoológico, el Parque de Atracciones, o simplemente hacer un picnic bajo la sombra de los árboles.
Desde el Mirador de la Cornisa Real, junto a la Plaza de Oriente, se puede observar un área arbolada inmensa, justo allí se encuentra La Casa de Campo. Dicen que es el lugar más verde de Madrid y que con solo desplazarnos un poco al suroeste de la ciudad, cruzando Madrid Río, uno se puede topar con el parque más grande de Madrid y uno de los mayores de Europa.
Este pulmón verde de más de 1.700 hectáreas, fue un lugar de caza y también de descanso de la Monarquía, además de ser declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico. En el lugar, es posible pasear, correr o andar en bicicleta, cualquiera de todas las opciones son buenas para admirar la belleza de este oasis urbano, cuya biodiversidad vegetal y faunística lo convierten en el enclave de mayor valor ambiental de Madrid. Pinos, fresnos, álamos, robles, olmos y arboles de todo tipo de variedades, junto a pintorescos arroyos y cerros invitan a observar la Sierra de Guadarrama. En el lugar hay una gran diversidad de fauna con más de 130 especies de vertebrados y más de 50 especies de mariposas. El parque tiene también una senda botánica de cuatro kilómetros, que va desde el Lago hasta la denominada Puerta del Zarzón, siguiendo el curso del Arroyo Meaques.
Ya sea caminando o en bicicleta se pueden abordar diferentes rutas que tienen una dificultad de media-baja a media, y conducen a lugares únicos como como el Pinar de Siete Hermanas, con sus grandes pinos piñoneros de más de 100 años, el arroyo Antequina o el cerro Garabitas desde el que se divisan unas espectaculares vistas de la ciudad.
Sin duda, uno de los lugares más icónicos de la Casa de Campo es su gran lago artificial, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, dentro del proyecto paisajístico que el rey Felipe II encargó al arquitecto Juan Bautista de Toledo. Hoy en día y, tras una gran restauración, se convirtió en un espacio idílico para disfrutar de la naturaleza y del deporte del remo. Con una superficie de más de 80.000 metros cuadrados y un gran embarcadero es el lugar perfecto para alquilar un barquito y practicar este divertido deporte.
Hay varias terrazas al aire libre para darse un gusto gastronómico y la mayoría están situadas alrededor del inmenso lago. Hay lugares increíbles que impactan a los visitantes como es el caso de Villa Verbena, que tiene una zona acristalada denominada “El Pabellón”.
En el lugar también pueden degustarse pescados y carnes a la parrilla. Muy cerca del Parque, en la calle Ribera del Manzanares, hay un restaurante que fue reconocido con una Estrecha Michelin.
La Casa de Campo es un lugar ideal para compartir en familia, a cada paso, ofrece un plan diferente como el Zoo Acuarium, que cumplió más de cincuenta años. Allí se puede contemplar la fauna de los cinco continentes, además tiene un delfinario y un acuario. En este gran parque se ubica también otro de los lugares de ocio urbano más emocionantes: el Parque de Atracciones. Un espacio ideal para descargar adrenalina con amigos o en familia a bordo de sus espectaculares montañas rusas o bañarse en sus piletas.
Si no tenías planes, cerquita de Madrid hay una propuesta verde que espera a sus visitantes.