1. Celebra la temporada de cosecha
El otoño es el momento de la cosecha y no hay nada tan delicioso como visitar un mercado agrícola, ya sea grande o pequeño, ¡y elegir productos frescos de la granja! Pero hay dos que destacan y llevan siglos sirviendo productos ecológicos: St George's Market en Belfast y el Mercado Inglés en Cork. O puedes visitar Armagh, el condado de las Huertas y hogar de la manzana de Bramley, con certificado europeo de Identidad Geográfica Protegida, y aprender a elaborar tu propia sidra, mermelada y jugo.
2. Saborea un café irlandés
“¿Es café brasileño?”, preguntó alguien. “No, es café irlandés”, respondió Joe. Es una de las muchas historias narradas en el Museo Marítimo y del Hidroavión del condado de Limerick. El chef Joe Sheridan lo inventó una fría noche de 1942 en el puerto de Foynes, donde repostaban los aviones en ruta de Europa a América, para los pasajeros de un avión retrasado por el mal tiempo. ¿Hace viento? Dale un trago a este clásico.
3. Entra en calor en un acogedor café
No puedes viajar por Irlanda en otoño sin entrar en un acogedor café para disfrutar de un té o café. Preferiblemente acompañado de algún pastel o tarta deliciosos. Dale un respiro a esos huesos cansados en Malahide’s Garden Café, Avoca’s Fern House en Wicklow o Established Coffee en Belfast.
4. Descubre Poniente
¿Te apetece revivir la emoción de las ocho temporadas en la vida real? Irlanda del Norte es territorio de Juego de Tronos® y alberga muchos exteriores de los Siete Reinos. Los cielos morados otoñales no hacen más que contribuir a la atmósfera, mientras aprendes tiro al arco en Invernalia, te juntas con lobos huargo o viajas por el Camino Real a caballo.
5. Observa aves
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, espera, sí que es un pájaro. De hecho, son millones de pájaros. Irlanda tiene la suerte de encontrarse bajo algunas de las rutas migratorias de aves más concurridas del mundo, y en otoño muchas especies llegan y se van, incluido el ganso canadiense, el cisne cantor islandés y la oropéndola euroasiática. No te pierdas este fenómeno alado.
6. Festivales otoñales de senderismo
Caminar por nuestro caleidoscopio de coloridos bosques, glens y costas es sin duda maravilloso. El otoño en Irlanda es la temporada de los festivales de senderismo, con rutas que transforman un simple paseo en algo especial. Prueba el Festival de senderismo de Wicklow (condado de Wicklow) o el Festival de Senderismo de Wee Binnian en las Mourne (condado de Down).
7. Avistamiento de ballenas
Al estar rodeada de agua, ¡es de esperar que la isla de Irlanda tenga algunos de los mejores lugares del mundo para avistar ballenas! Y resulta que el otoño es uno de los mejores momentos para ver una de las grandes maravillas de la naturaleza. En la Ruta Costera del Atlántico podrás ver ballenas jorobadas o minke y hasta alguna orca. Alquila un barco, hazte con un chocolate caliente y disfruta viéndolas en carne y hueso.
8. Asiste a un festival
La isla se pone a toda marcha al albergar algunos de los principales eventos culturales del año y presenta un fantástico cartel para la temporada de otoño. Disfruta del Festival de Teatro de Dublín y el Festival Internacional de las Artes de Belfast, o de los suaves sonidos del Festival de Jazz Guinness de Cork. Asiste al Festival de Ópera de Wexford, adéntrate en el mundo del creador de Drácula en el Festival de Bram Stoker de Dublín o deléitate con la deliciosa gastronomía de Savour Kilkenny, el Festival Gastronómico de Dingle y el Festival Internacional de la Ostra y el Marisco de Galway. ¡Tú decides!
9. Aterrorízate
¿Sabías que Halloween se creó en Irlanda? ¡Por eso lo celebramos a lo grande! Votado el mejor lugar del mundo para celebrar Halloween en una encuesta en línea de USA Today, el festival Derry Halloween (Derry~Londonderry) venció a rivales macabros como Salem (Massachusetts), capital de los juicios de brujas, ¡e incluso a Transilvania! ¿Quieres algo aún más terrorífico? Haz una visita paranormal por la cárcel de Crumlin Road en Belfast o el castillo de Leap en Offaly. ¡Buu!
10. Asiste a una sesión de música tradicional
¡Un pub irlandés es el mejor sitio para cobijarte en un día frío! Aparte de las chimeneas encendidas, las cálidas bienvenidas y la decoración tradicional, no te pierdas una sesión de música tradicional para vivir la experiencia completa. Entre los rincones con asientos de madera, reservados y pintas de Guinness, nuevos y viejos amigos interpretan melodías y canciones antiguas con instrumentos autóctonos.