La opereta en dos actos que Offenbach creó en 1858 con libreto de Hector Crémieux y Ludovic Halévy, se presentará nuevamente en el Colón. Esta vez, Pablo Moritano tendrá a su cargo la dirección de escena y Christian Baldini la dirección musical.
La historia es una versión satírica del mito de Orfeo y su esposa Eurídice. El poeta y músico no es en este caso un hijo del dios Apolo. Apenas es un humilde profesor de violín que comparte con su mujer un matrimonio infeliz.
La historia da un giro cuando Plutón rapta a Eurídice y se la lleva al inframundo. Orfeo, feliz de sentirse libre, se ve presionado por la opinión pública a ir a rescatarla. La obra es la primera de Offenbach que se presenta en dos actos y donde muestra un perfil musical más audaz. Esto la distingue de sus obras anteriores.
En las interpretaciones principales estarán los tenores Carlos Natale y Reinado Samaniego y las sopranos Mercedes Arcuri y Constanza Díaz Falú.
Para que la experiencia sea en todos los sentidos, el Pasaje de los Carruajes preparó un menú inspirado en las desventuras satíricas de la obra. Estará compuesto por una degustación de 3 pasos, que tiene un valor de $78.000, donde se recorren todos los estados de esta ópera.
Esta sátira gastronómica comienza con “Infierno”, que según el Chef Gastón Storace “es la primer representación que se nos viene a la mente cuando pensamos en el infierno, colores rojos, lava caliente y picante, sabores terrosos y ahumados”, por ello crearon este entrante, se trata de una sopa griega, conformada por tomates y morrones ahumados, en su interior tiene yuca “carbonizada” coronada con miel de jalapeños y polvo de aceitunas negras.
Ezequiel Silingardi Celaya, Supervisor y Sommelier, nos cuenta con qué se marida este plato “un vino refrescante para acompañar toda la información que nos propone la sopa, Casa de Herrero Corte de Blancas, se trata de un blend de tres cepas, Chardonnay, Chenin y viognier”.
Continuando con el recorrido llega “Banquete del Olimpo”, un risotto de tinta de calamar acompañado de pulpo y langostinos, decorado con caviar negro y láminas de oro, y culmina con una salsa griega Tzatziki, que sigue con el hilo conductor griego que lleva toda la cena y además Storace comenta “rompe con lo empalagoso del risotto, es el choque de ácido que transforma el paladar y acompaña toda la degustación”, y añade “pensamos en este plato como una preparación bien arriba, algo que a los dioses les encantaría probar sin dudas”. Este paso además está se prueba con una porción de pan pita, que amalgama los sabores y continua con el recorrido griego.
El Sommelier presenta el maridaje para este risotto, que es un Pinot Pinot, de la Bodega Catena Zapata que combina dos viñedos diferentes, Adrianna y Vicente provenientes de Mendoza, “este pinot reserva acompaña la intensidad de la tinta de calamar, y los sabores que se encuentran en los mariscos y en la exquisitez del caviar”.
El último paso “Cancán del Inframundo” evoca a la parte más icónica de la ópera que es el cancán, “quisimos representar, como también lo hizo Offenbach, el infierno como un lugar de entretenimiento, un lugar alegre donde la gente la pasaba bien, donde también había mucho deseo y fiestas” nos cuenta el Chef. Este postre es un moldeado de yogurt griego con un centro de dulce de pomelo con frutillas, tierra de cacao, sobre una baklava de pistachos y decorado con unas polleras del cancán, y maridado con un Domaine Nico espumante Pinot Noir, que termina de realzar los sabores de este perfecto manjar.
Las presentaciones están previstas entre el 7 y el 14 noviembre, en los horarios de las 20hs los días 7, 8, 12, 13 y 14; y el domingo 10 será 17hs. Los tickets están disponibles a través de entradas.buenosaires.gob.ar
El Pasaje de los Carruajes, con entrada por Tucumán 1171, está situado en una de las calles internas del icónico Teatro Colón, permanece abierto todos los días de 9 a 23:30 hs y para reservas hay que comunicarse al 11 5029 0040. Este lugar, en su momento, servía para que las carrozas que transportaban a los espectadores estacionaran. Es importante resaltar que, en los días de función, es posible disfrutar de su propuesta gastronómica sin la necesidad de asistir a la obra. Sin embargo, vivir la ópera "Orfeo en los Infiernos" mientras se saborean los platos en un entorno típico de la antigua Buenos Aires, lo que lo convierte en algo realmente especial.