Portugal susurra al oído de cada viajero la misma pregunta: ¿y si este fuera mi hogar? Con sus pueblos costeros que parecen sacados de un cuadro, su historia que se respira en cada piedra y una cultura que te envuelve como un abrazo cálido, este país es un tesoro escondido que promete días soleados y noches estrelladas.
Si buscas una experiencia viajera que vaya más allá de lo obvio, Portugal tiene mucho que ofrecer. Alejados de las multitudes, estos 6 pueblos sumergen a los visitantes en la auténtica cultura portuguesa.
El pueblo de Sortelha
Este pueblo es un ejemplo excepcional de un asentamiento medieval que permaneció prácticamente intacto a lo largo de los siglos. Las murallas originales del siglo XIII encierran un laberinto de calles empedradas y casas tradicionales de piedra, culminando en un increíble castillo ubicado en lo alto. El lugar es un testimonio viviente de la historia de Portugal, ofreciendo una inmersión en el pasado medieval del país.
Piódão
Se lo conoce como la "aldea presépio" por su disposición que recuerda el nacimiento de Jesús. Sus casas de pizarra con detalles en azul crean un contraste visual que impacta con el verde de las montañas circundantes. Este pueblo es un ejemplo perfecto de adaptación del hombre al medio, utilizando los materiales disponibles en la naturaleza para su construcción.
Monsaraz
Este encantador pueblo medieval se sitúa como un vigía sobre la llanura del Alentejo y las aguas del río Guadiana. La conservación de sus calles empedradas, la arquitectura tradicional de sus casas encaladas, y su imponente castillo, ofrecen una atmósfera que logra transportar al visitante a otra época. Además de su riqueza histórica, Monsaraz se convirtió en un punto de referencia para la observación de estrellas, siendo parte de la Reserva Dark Sky Alqueva, la primera "reserva de cielo oscuro" certificada en el mundo por su excelente calidad para observar las estrellas.
Marvão
Ubicado en la cima de un acantilado de la Sierra de São Mamede, Marvão ofrece vistas increíbles de la región circundante. Su castillo, construido en el siglo XIII, y las murallas defensivas son puntos destacados de un paseo por este pueblo, que parece desafiar las leyes de la gravedad y la historia.
Castelo Rodrigo
Este pueblo histórico fue un importante bastión durante la Reconquista y mantiene un importante legado cultural. Sus calles y edificios revelan historias de cristianos, musulmanes y judíos que vivieron allí, incluido el palacio de Cristóvão de Moura y la iglesia matriz. Castelo Rodrigo es también famoso por sus almendras, un producto local muy rico.
Óbidos
Óbidos, un pueblo medieval lleno de encanto. Conocido por su festival de chocolate y su licor de Ginja, este destino ofrece una experiencia única. Sus calles empedradas y su muralla medieval muy bien conservada es uno de los atractivos principales .