Desde bares hasta edificios imponentes ubicados en la provincia de Buenos Aires son testigos del nacimiento y consolidación de algunas de las bandas más influyentes del país. El circuito invita a experimentar sensaciones con música e historias, en los rincones donde el rock dejó una huella imborrable.
La Plata, cuna de leyendas
En la década del 70, entre diagonales platenses, se inició una de las bandas más míticas del rock nacional, Patricio Rey y sus redonditos de ricota. En 1929, Basilio Rodrigo realizó un aporte fundamental al patrimonio arquitectónico de la ciudad. Un edificio en la manzana 51 y 53, pleno casco urbano, donde funcionó la primera galería comercial de excelencia en la capital bonaerense.
Cuatro décadas después de alzada la construcción, el lugar se convertiría en un templo para los orígenes del rock. En el sótano, un grupo de jóvenes se reunían para ensayar, entre ellos Skay Beilinson y Carlos Alberto Solari. El semillero de lo que se convertiría en Los Redondos.
El primer escenario de la banda fue el Teatro Lozano y desde sus inicios una multitud de platenses, presenciaron los primeros pasos de la que luego se convertiría en una de las bandas más influyentes del país. En la actualidad, el sitio funciona como salón cultural. Un dato importante es que el primer escenario de Los Redondos sigue allí, inmaculado.
La Plata, como importante destino cultural y universitario, proporcionó un ambiente perfecto para el desarrollo de otra banda icónica. Allí, Virus comenzó a ensayar y a presentarse en lugares pequeños y eventos locales, ganando rápidamente popularidad por su estilo fresco y su propuesta musical innovadora.
Su creador, Federico Moura, vivió con su familia en una casa ubicada en Calle 12 y 64 N° 1514, más tarde se mudó a una casa más amplia de estilo clásico, en la calle 53 entre 3 y 4, muy cerca del Colegio Nacional, en donde cursó la escuela secundaria, y de la cancha de Estudiantes de La Plata, el club de sus amores. A principios de la década del 70, se trasladó a una preciosa casona con parque, en la localidad de City Bell.
Tres de febrero, semillero de talento en el oeste
Caminar por las mismas veredas donde pasaron los mayores ídolos del rock nacional, sentarse en la entrada de una de sus casas y conocer el lugar exacto donde dieron sus orígenes, son algunas de las sensaciones que invita a conocer La Ruta del Rock - rutadelrock.com.ar-, en el oeste de la Provincia.
Una propuesta para recorrer lugares turísticos del rock, con un circuito imperdible donde se destacan bandas como Sumo, Los Piojos, Divididos y Tanguito, entre otros.
El primer recital de Sumo fue en febrero de 1982 en el Pub Caroline de Ciudad Jardín, en el primer piso de una galería comercial frente a la plazoleta Güemes. En ese entonces, era una confitería, con pocas mesas y sin escenario. Apenas un puñado de personas fueron testigos esa noche del nacimiento de una de las bandas más emblemáticas del rock nacional. Ese mismo día, entre el público, estaba Diego Arnedo quien conoció allí a Luca Prodan.
El 20 de marzo de 1982, y con solo una prueba de ensayo, Sumo se presentó en la cancha de Estudiantes de Buenos Aires, en Caseros.
Tanguito vivió con su familia en una casa ubicada en la ex calle Bahía Blanca, hoy Fernández de Oliveira y Puán, en Caseros. La fachada continúa casi idéntica a esa época y en la esquina un mural de la artista plástica Nieves Fraga le rinde homenaje.
Una de las frases célebres de Divididos es "en el oeste está el agite" . El recorrido muestra sus inicios y el antiguo bar La Chapita, entre las vías del San Martín y la estación de El Palomar, que nombran en uno de sus grandes éxitos "¿Que ves?"
La provincia de Buenos Aires es un universo rico y diverso, lleno de talento y creatividad que merece ser celebrado y conocido por todos. En estos destinos, el espíritu del rock argentino sigue intacto, vibrando con fuerza y pasión.