El lugar es la cuna del imponente cerro Champaquí, pero además los visitantes pueden practicar ecoturismo, recorrer bodegas y hasta jugar al golf.
La zona de Traslasierra, en Córdoba, esconde uno de los rincones más bonitos de la provincia: San Javier y Yacanto. A priori, parecen dos lugares diferentes pero se trata de una sola región que fue fundada en el siglo XIX por los ingleses que construyeron el ferrocarril. Los obreros utilizaban la localidad de San Javier como lugar de descanso y tuvieron la idea de refaccionar el único molino harinero de la ciudad para convertirlo en lo que hoy es el Hotel Yacanto.
Los lugareños lo definen como un lugar turístico pero en el que la producción -de hierbas medicinales, almacenes naturales y de vinos- es el eje que sustenta el estilo de vida relajado y en contacto con la naturaleza que mantienen sus visitantes, en su mayoría artistas plásticos y artesanos. El principal atractivo turístico de la localidad es el imponente Cerro Champaquí, que cada año atrae a miles de viajeros -argentinos y extranjeros- que no quieren perderse la oportunidad de hacer cumbre y ver desde lo más alto la provincia.
Para quienes aman escalar deben saber que el Champaquí se puede subir caminando - siempre y cuando se tenga buen estado físico- o en auto por camino de ripio. Si el clima es bueno, no es necesario contratar un guía pero si está nublado o llueve, hay que ir acompañad. Desde la cima, se puede observar: el Valle de Traslasierras (al oeste) y el Valle de Calamuchita (al este) y observar los cóndores sobrevolando el lugar.
Para quienes buscan otro tipo de turismo sin tanto esfuerzo física pueden realizar la ruta del vino por las bodegas. Córdoba tiene más de veinte bodegas, tres de las cuales están ubicadas en el Valle de Traslasierra.
En particular en San Javier, se puede encontrar la bodega Aráoz de Lamadrid. Atendida personalmente por su dueño, Goyo y su esposa Ana, son ellos mismos quienes realizan las visitas guiadas y degustaciones en la bodega. En total, Aráoz de Lamadrid tiene trece hectáreas con viñedos, monte nativo, variedad de cáctus y treinta estanques con nenúfares y lotos. Sus instalaciones también se destacan por poseer dos tanques de fermentación de 4500 kg y otros dos de 2500 kg y una cava donde se encuentran 28 barricas con más de 6000 litros en guarda de roble.
Otra de las claves en este rincón cordobés es el ecoturismo que se disfruta desde distintas experiencias. Para los amantes de la naturaleza, las caminatas son ideales para descubrir cada una de las bondades naturales de este lugar. Una opción, es dirigirse por el Sendero de la Hilacha, un trayecto de unos 30 minutos de duración hacia la Cascada de los Helechos. Otras alternativas son llegar hasta las Tres Cascadas, un sitio donde el río Tabaquillo se presenta en un hermoso salto de agua, o hasta la Reserva Natural Los Cajones, en El Durazno, perfecta para un trekking de media dificultad.
Otro punto fuerte de Villa Yacanto es que es un destino ideal para el turismo deportivo. Uno de los emblemas de la localidad es el Hotel Yacanto, que tiene su propio club de golf, uno de los deportes más representativos de la provincia, que vio nacer a exponentes como “El Pato” Cabrera y Eduardo “El Gato” Romero. Con nueve hoyos, el Golf Club Yacanto recibe golfistas profesionales y amateurs de todas partes del país, aunque también ofrece clases para quienes quieran aprovechar las vacaciones para iniciarse en el golf.
“Córdoba es el bálsamo más grande y transparente que uno puede encontrar”, dijo Justina Bustos. La actriz cordobesa utilizó su cuenta de Instagram para invitar a sus millones de seguidores a visitar la provincia, uno de los destinos nacionales que por sus paisajes naturales de ensueño totalmente preservados, su gastronomía y la calidez de su gente, se perfila como el preferido no sólo de los argentinos sino también de turistas de todas partes del mundo.