La Gran Muralla China, con su imponente extensión, guarda secretos incluso para los viajeros más experimentados. Uno de ellos es la sección de Jiankou, un tramo históricamente inhóspito y aislado que, sin embargo, se prepara para recibir a sus primeros turistas este año. Esta apertura, confirmada por las autoridades del distrito de Huairou en Beijing, marca un hito en la historia de este monumento.
El recorrido que se abrirá al público es el tramo comprendido entre las torres de defensa 141 y 145. Zhang Tong, funcionario de la Oficina de Cultura y Turismo de Huairou, comentó que la ruta busca mostrar la restauración y los logros arqueológicos en esta sección.
La sección de Jiankou es una de las partes más peligrosas de la Gran Muralla, por lo que es una atracción para los excursionistas más temerarios. Su nombre, "Jiankou", se deriva de su forma vista desde el aire, que se asemeja a un arco tensado. A lo largo de los años, se han reportado muertes ocasionales de excursionistas en esta zona.
Desde 2016, la Gran Muralla de Jiankou ha estado en proceso de restauración y cerrada al público. Originalmente construida en la dinastía Tang (618-907) y restaurada en la dinastía Ming (1368-1644), la sección de Jiankou se conecta con Mutianyu al este y Huanghuacheng al oeste.
La Gran Muralla China es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y está formada por varias construcciones interconectadas. Es el sitio del patrimonio cultural a mayor escala de China, con murallas dispersas en 15 regiones a nivel provincial y algunas secciones que datan de hace 2.000 años.