A apenas hora y media en ferry desde Atenas, se encuentra una isla griega que parece interrumpir el tiempo. Sin aeropuerto ni coches, aquí se camina, se trepa y se navega, y cada rincón invita a descubrir la belleza de sus calles, sus casas señoriales del siglo XVIII y sus calas de agua transparente.
Con poco más de 50 km² y solo unos 2.000 habitantes permanentes, este destino atrae a viajeros que buscan tranquilidad, autenticidad y cultura. Desde los años 50, artistas, escritores y coleccionistas han elegido esta isla para inspirarse, y hoy sus galerías y espacios culturales continúan sorprendiendo durante el verano con exposiciones frescas y creativas.
El puerto, corazón de la isla, conecta con senderos costeros, miradores y pequeñas librerías, mientras que los burros reemplazan a los coches en las empedradas calles. Las mansiones de armadores del siglo XIX reconvertidas en alojamientos boutique o residencias privadas conservan su estética sobria, con muros gruesos, vigas vistas y patios con limoneros, ofreciendo un encanto que no se encuentra en mapas turísticos convencionales.
Las calas y playas, discretas y rocosas, invitan a nadar en aguas turquesas y tranquilas. Algunas se alcanzan caminando por senderos costeros, otras en pequeñas embarcaciones desde el puerto. Para quienes buscan experiencias exclusivas, restaurantes y beach clubs escondidos en antiguos edificios ofrecen gastronomía local con vistas al mar, mientras que excursiones en barca al atardecer permiten disfrutar del sol fundiéndose en el horizonte con vino y meze griegos.
La cocina es sencilla pero auténtica: pescado fresco, tomates con sabor y queso feta son los protagonistas. Opciones de alojamiento son limitadas y seleccionadas: desde hoteles boutique con detalles minimalistas hasta casas privadas con terrazas sobre el mar, todas pensadas para ofrecer privacidad y confort en un entorno único.
En esta isla, el tiempo se dilata, los sentidos se despiertan y cada paseo se convierte en una experiencia que combina mar, historia, cultura y tranquilidad, invitando a desconectarse y disfrutar del auténtico encanto del Mediterráneo.