El enoturismo accesible gana terreno en España: cada vez más Rutas del Vino, integradas en la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), cuentan con propuestas inclusivas y adaptadas, garantizando que todas las personas puedan vivir y disfrutar de la cultura vitivinícola en igualdad de condiciones.
El enoturismo en España invita a descubrir vinos de las principales Denominaciones de Origen de Galicia, Castilla y León, La Rioja, País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Extremadura. La experiencia se completa con visitas a bodegas con encanto, estancias entre viñedos y la posibilidad de aprender maridajes que realzan la gastronomía local. Todo ello bajo condiciones de accesibilidad universal, que permiten disfrutar plenamente del patrimonio natural, cultural e histórico de cada región.
La Ruta del Vino de las Rías Baixas, junto al océano Atlántico, se distingue por paisajes verdes y azules y, por supuesto, por su popular vino blanco Albariño. Este territorio comprende cuatro zonas (Salnés, O Rosal, Condado do Tea y Ribeira do Ulla), cada una de ellas con una identidad propia y atractivas opciones turísticas.Unos 15 establecimientos de la ruta están acreditados como accesibles. La mayoría se concentra en la comarca del Salnés, lugar de producción del vino, de ambiente marinero y señorial, ubicado entre la ría de Arousa y la ría de Pontevedra. Junto al río Miño, el más importante de Galicia, se encuentra el concello de O Rosal, con interesantes espacios naturales. Para contemplar la belleza de los pazos, símbolo de la arquitectura gallega, conviene visitar Ribeira do Ulla, la zona más próxima a la capital, Santiago de Compostela. Y en el Condado do Tea, junto a la frontera con Portugal, podrás visitar el Centro de Interpretación do Viño e a Lamprea “Arabo”.
Las orillas del río Duero en Castilla y León ofrecen una experiencia única de enoturismo accesible. La Ruta del Vino de Ribera del Duero, que se extiende por cuatro provincias –Burgos, Segovia, Soria y Valladolid–, combina extensos viñedos con una amplia oferta de bodegas, alojamientos, restaurantes, museos y centros de interpretación que permiten conocer a fondo la tradición vitivinícola de la región. Todos los recursos adaptados han sido evaluados por especialistas para garantizar condiciones de accesibilidad física, sensorial y cognitiva. Entre los imperdibles se destacan el Monasterio de Santa María de Valbuena, el Museo de los Aromas y el Museo Provincial del Vino en el Castillo de Peñafiel. También sobresale la Ruta del Vino de Rueda, en la margen izquierda del Duero, donde 13 municipios de gran riqueza histórica y la emblemática uva Verdejo invitan a descubrir un territorio con siglos de vínculo con el vino.
Navarra, País Vasco, La Rioja y Aragón: bodegas donde sentir el vino
Las rutas del vino en el norte de España invitan a descubrir paisajes diversos y experiencias enológicas únicas. En Navarra, los viñedos conviven con campos de frutas, cereales y olivos, rodeados por escenarios que van desde los bosques hasta el desierto de Las Bardenas Reales y las montañas de Valdorba. Sus bodegas apuestan por la accesibilidad, con recorridos inclusivos que incluyen audioguías, pictogramas, señalética adaptada, accesos para personas con movilidad reducida y vinos etiquetados en braille. A ello se suma una guía en lectura fácil de la Denominación de Origen Navarra, que facilita la introducción a sus vinos.
En La Rioja, tanto la ruta de Rioja Alavesa como la de Rioja Alta, atravesadas por el río Ebro, tienen una oferta cultural y accesible. Villas medievales, castillos y monasterios se combinan con el protagonismo del vino tinto y propuestas que van desde actividades gastronómicas durante todo el año hasta alojamientos con spa en localidades como Laguardia.
Por su parte, la Ruta del Vino de La Garnacha - Campo de Borja, en Zaragoza, ofrece naturaleza exuberante y la tradición de la uva garnacha junto a otras variedades como cabernet, merlot, tempranillo y syrah. Sus pueblos conservan el legado árabe, judío y cristiano, un cruce cultural que también ha inspirado a escritores y músicos a lo largo del tiempo.
El Mediterráneo español ofrece maridajes sin barreras que combinan vino, cultura y 2accesibilidad. En Cataluña, la Ruta del Penedés invita a descubrir paisajes de masías tradicionales y a degustar el célebre cava; en la Comunidad Valenciana, la Ruta del Vino Utiel-Requena sorprende con sus vinos afrutados y un patrimonio histórico que abarca desde la arquitectura medieval hasta yacimientos arqueológicos y barrios mudéjares; mientras que en Murcia, la Ruta del Vino de Jumilla conquista con sus tintos de uva Monastrell y un legado artístico marcado por la huella de las civilizaciones mediterráneas. Fiestas como la Vendimia, Moros y Cristianos o la Semana Santa completan una propuesta enoturística accesible y llena de tradición.
En el sur de España, Andalucía y Extremadura ofrecen rutas del vino que combinan tradición, patrimonio y gastronomía bajo un enfoque de accesibilidad. En Badajoz, la Ruta del Vino Ribera del Guadiana invita a conocer el Museo de las Ciencias del Vino y a disfrutar de la reconocida cocina regional, con productos de denominación de origen como el Jamón Ibérico Dehesa de Extremadura, la ternera o el cordero. Por su parte, la Ruta del Vino Montilla-Moriles, en Córdoba, permite maridar vinos naturales con las clásicas tapas en localidades como Lucena, Puente Genil o la propia capital, donde la Mezquita-Catedral, Patrimonio Mundial de la UNESCO, se erige como visita imprescindible. Todas estas experiencias forman parte de un enoturismo accesible pensado para que todos puedan disfrutar de la cultura vitivinícola.