El MSC Seascape comenzó una nueva etapa al arribar a Galveston para iniciar los primeros viajes desde su flamante puerto base en Texas, marcando un hito para la compañía y abriendo una puerta directa al Caribe Occidental.
El barco atracó en la moderna Terminal de Cruceros 16 antes de zarpar en su itinerario inaugural el domingo 9 de noviembre, dando comienzo a una operación que funcionará durante todo el año con salidas semanales. Con rutas que incluyen paradas en Costa Maya y Cozumel, en México, e Isla de Roatán, en Honduras, la propuesta apunta al público mexicano, latinoamericano y estadounidense que busca combinar descanso, diversión y la experiencia característica de la navegación europea con el confort que demanda el mercado norteamericano. El MSC Seascape es uno de los barcos más grandes e innovadores de la flota y llega con una impronta texana que se ve reflejada en su gastronomía, entretenimiento y ambientación.

A bordo se incorporan sabores del sur y de la costa del Golfo, nuevos platos inspirados en la cultura local, coctelería típica y bares que suman guiños regionales. También se suma una propuesta de entretenimiento con espíritu de Texas: una banda country residente, duelos de piano, clases de baile y una Big Texas Sailaway Party que acompaña la salida del barco desde el puerto.
La experiencia familiar se potencia con tecnologías de última generación, desde simuladores de Fórmula 1 hasta Robotron, una atracción que mezcla montaña rusa y show musical con DJ. Los más chicos encuentran más de 690 metros cuadrados dedicados al juego con espacios separados según edad, mientras que los adultos pueden disfrutar desde zonas de relax hasta propuestas gourmet.
Para quienes buscan exclusividad, el MSC Yacht Club ofrece un concepto de “barco dentro del barco”, con restaurante privado, lounge, piscina, mayordomo 24/7 y acceso prioritario, una experiencia de lujo con vistas panorámicas y servicios personalizados. El Seascape también se destaca por su diseño pensado para conectar con el mar: amplias terrazas, cinco piscinas, incluida una espectacular piscina infinita en popa, un paseo marítimo de más de 160 metros y el Puente de los Suspiros, un pasaje de piso de cristal suspendido sobre el océano que se convierte en uno de los puntos más fotografiados del barco.

Con más de 2.200 camarotes, 11 restaurantes, 19 bares y horas de entretenimiento en vivo, el MSC Seascape llega a Texas para quedarse y para ofrecer a los viajeros una forma renovada de descubrir el Caribe con una mezcla de innovación, comodidad y ese toque de espectáculo que convierte cada viaje en una experiencia para recordar.