La temporada de nieve ya llegó a Cataluña y con ella ese impulso irresistible de escaparse a los Pirineos. Las primeras nevadas en las montañas anuncian el inicio de meses esperados por quienes sueñan con esquiar, caminar entre paisajes blancos o simplemente sentir el encanto del invierno.
Las 17 estaciones catalanas, 10 de esquí alpino y 7 de esquí nórdico, abren sus puertas con novedades: pistas renovadas, parques lúdicos más grandes, rutas con raquetas para explorar a paso tranquilo y servicios actualizados para que cada viaje sea cómodo, activo y memorable. La postal invernal de los Pirineos de Cataluña vuelve con fuerza, invitando a disfrutar del esquí, las excursiones silenciosas y ese aire puro que solo se respira en los valles nevados.

Pero Cataluña ofrece otra cara igual de encantadora para este invierno: la de sus mercadillos navideños. Desde principios de diciembre, pueblos y ciudades se llenan de luces, aromas dulces y música tradicional, creando un ambiente perfecto para caminar sin apuro, comprar decoración típica y descubrir productos artesanales. Los mercados se distribuyen por todo el territorio y cada uno tiene su encanto propio. La Feria del Abeto en Espinelves transforma un pequeño pueblo de cuento en un escenario lleno de abetos, artesanías y actividades familiares.

En Vic, la Feria de Artesanos rodea la plaza Mayor con puestos hechos a mano que inspiran regalos especiales. Barcelona ilumina la ciudad con la tradicional Feria de Santa Lucía, frente a la Catedral, uno de los mercados más antiguos y visitados. Olot, Girona, Canyelles, Caldes de Montbui, Vilafranca del Penedès, Cardedeu y Solsona también invitan a vivir el espíritu navideño entre turrones, pesebres, luces, gastronomía local y actividades para los más chicos.
Así, la Comunidad Autónoma catalana presenta dos formas irresistibles de disfrutar el invierno: la adrenalina y la magia blanca de los Pirineos, o el encanto cálido y festivo de los mercadillos que llenan las calles de tradición. Ya sea entre montañas nevadas o entre luces navideñas, este es el momento ideal para una escapada que combine naturaleza, cultura y esa sensación tan propia de diciembre: la de vivir algo especial.