Recibir el 2026 en Perú es una experiencia que combina celebración, tradición y paisajes inolvidables. Desde ciudades históricas hasta la costa del Pacífico, el país ofrece escenarios únicos donde las fiestas se viven con intensidad, rituales ancestrales y una gastronomía que convierte cada brindis en un recuerdo imborrable.
Arequipa es uno de los destinos más elegidos para comenzar el año con alegría y tradición. En su Plaza de Armas, locales y viajeros se reúnen vestidos de amarillo para atraer la buena suerte, mientras la música, el baile y los fuegos artificiales iluminan la noche con el volcán Misti como telón de fondo. Los bares y restaurantes del centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, se suman al festejo con cenas especiales y un clima festivo que se extiende hasta la madrugada. 
Para quienes buscan una experiencia más introspectiva, el cercano Valle del Colca propone celebraciones ligadas a rituales ancestrales, como el pago a la Tierra y baños de florecimiento, en un entorno natural de enorme belleza. El viaje se completa con visitas al Monasterio de Santa Catalina, las tradicionales picanterías, el Cañón del Colca, las pozas termales y la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, hogar de alpacas y vicuñas.
Lima ofrece una despedida de año cosmopolita y vibrante. La capital peruana despliega una amplia variedad de propuestas que van desde cenas de gala y fiestas en hoteles hasta celebraciones frente al mar. Miraflores y Barranco concentran buena parte del movimiento nocturno, mientras el Malecón se convierte en uno de los puntos más buscados para ver los fuegos artificiales sobre el océano Pacífico.
Las cábalas tradicionales, como comer las doce uvas o correr con una valija para atraer viajes, forman parte del ritual colectivo. Durante el día, la ciudad invita a recorrer su centro histórico, sus balcones coloniales, el arte bohemio de Barranco y una escena gastronómica de primer nivel, reconocida este año como la mejor de América Latina en los World Culinary Awards.
Ica suma sol, mar y sabor a pisco para comenzar el año con energía. A pocas horas de Lima, esta región combina playas, acantilados y hoteles que organizan celebraciones con música en vivo, DJs y cenas especiales donde el brindis se hace con el destilado más emblemático del Perú. La Ruta del Pisco permite conocer su proceso de elaboración y degustar diferentes variedades, mientras que la Reserva Nacional de Paracas sorprende con sus paisajes de desierto, playas e islas. Las islas Ballestas, hogar de lobos marinos y pingüinos, y las enigmáticas Líneas de Nasca, visibles desde el aire, completan una experiencia que mezcla naturaleza, cultura y misterio.
Viajar a Perú para Año Nuevo es simple gracias a la amplia conectividad aérea desde distintas ciudades argentinas hacia Lima, con conexiones posteriores a Arequipa e Ica, además de opciones terrestres cómodas y accesibles. Fiestas, paisajes, sabores y tradiciones se combinan para empezar el 2026 en un destino que celebra el año nuevo con energía, identidad y una hospitalidad que invita a volver.