La costa de Arequipa se ha convertido en el preferido por los turistas curiosos que buscan otra alternativa a la hora de sumergirse en aguas cristalinas. Se trata de la Playa Tanaka, donde no sólo es posible nadar entre peces, sino también realizar deportes acuáticos.
Las Playas de la Capital peruana siempre son la primera opción a la hora de buscar un lugar donde refrescarse, sin embargo hay un destino en Arequipa, lejos de los ruidos y el murmullo donde podrán relajarse y disfrutar de piscinas naturales con aguas tranquilas y cristalinas.
Si buscan una conexión única con la naturaleza, allí se puede disfrutar no sólo de la arena, sino de los peces y langostinos en un lugar paradisíaco.
La playa Tanaka se encuentra en el distrito de Chala, provincia de Caravelí, en la región de Arequipa. Aproximadamente a 260 kilómetros al sur de la ciudad de Lima. El lugar costero brinda una tranquilidad y belleza natural única y para llegar desde Lima, se puede tomar un colectivo con destino a Nazca o a Chala, y luego continuar el viaje en colectivo hasta Tanaka.
La playa ofrece una amplia variedad de actividades para disfrutar de su entorno natural y relajado ambiente. Además de explorar las piscinas naturales entre las rocas, los visitantes pueden:
Otras piscinas naturales que no deben perderse si viajan hasta allí son:
Caleta de Quilca (Camaná)
En el pasado, esta playa era archiconocida por ser puerto de embarque agropecuario y ganadero. Las actividades comerciales disminuyeron para dejar a disposición del viajero un mar azulado abrazado por senderos rocosos. Su gran concurrencia y ubicación la convierten en el destino ideal para veranear en familia.
Los Corralones: ubicadas en las zonas más alejadas de Tanaka, tiene aguas transparentes y abundante vida marina, es un destino imperdible para los amantes del buceo.
La Batea: es considerada una de las más grandes y la más popular entre los visitantes. En temporada baja, es posible avistar animales marinos como langostinos, lo que convierte el baño en una experiencia única.
El Aprendiz: es circular y el mejor momento para visitarla es cuando baja la marea, ya que se forma una piscina tranquila perfecta para nadar y bucear entre numerosas variedades de peces de colores en un entorno natural.
El Choral: tiene dos pequeñas piscinas naturales ideales para que jueguen los niños y floten mientras disfrutan de las olas.
Pozo El Erizo: tiene aguas mansas y frescas para disfrutar y relajarse al sol.