Todos amamos los alfajores: En el último día de la Semana del Alfajor, recorremos el país con las diferentes variedades de este ícono nacional.
Negros, blancos, con dulce de fruta, de leche, simple, doble, triple, con vino, con fernet, y la variedad continúa. Existen tantas variedades de este producto regional que es imposible elegir uno solo. Si te interesa probar algunas de las golosinas más curiosas que tenemos en Argentina, te compartimos esta lista para que viajes a través del paladar.
En el corazón del país, más precisamente en San Francisco, Córdoba, se encuentran los productores de Alfajores Oki-Oki, quienes elaboran los tradicionales alfajores cordobeses. Lo interesante es que se animaron a innovar y son reconocidos porque crearon el alfajor con un toque de fernet: Alferneé.
“El fernet es lo que más consumimos en la provincia. Se trata de un alfajor elaborado a base de una mezcla hecha con un toque de fernet y un macerado de una cierta de cantidad de días, lo que hace que el dulce de leche tome un cierto sabor a fernet”, resaltaron los dueños, Gerardo Seghezzi y Claudia Michlig.
Son muchos los emprendedores que se inspiran en características de región al momento de crear un producto. En esta oportunidad, se vuelven a conjugar el camino de los dulces y el de las bebidas. En Chilecito, La Rioja, se encuentra el emprendimiento familiar La Rinconada, reconocido por su producto estrella: alfajor de vino.
“Elaboramos el alfajor de crema de vino Torrontés, que se ha convertido en el alfajor de Chilecito, destino turístico y cuna del Torrontés. La cepa del Torrontés es muy frutada, con características especiales que se dan muy bien en este departamento. Es el único alfajor de vino que se está elaborando en todo el país”, apuntó Zulema Castro, emprendedora riojana.
Continuamos por las rutas argentinas y nos dirigimos a la provincia con forma de “bota” para conocer el famoso alfajor santafesino. Consiste en tres tapas de masa de bizcocho criollo, dos capas de dulce de leche, y está recubierto con baño de merengue italiano. Su éxito radica en el contraste que hace la tapita salada, que no es hojaldre como el Rogel, con el dulce de leche y el baño de merengue.
La empresa familiar Merengo se fue adaptando a los distintos paladares y decidieron innovar con un alfajor cuya masa está hecha a base de manzana y miel con relleno de dulce de leche. No podrían faltar los alfajores con frutas de la región: frutos del bosque, frutilla y naranja. “También nos hemos adaptado a las diferentes necesidades en cuanto a la salud. Alfajor apto para diabéticos y alfajor SIN TACC apto para celiacos a base de harina de arroz”, comentó Mauricio Montemurro.
En Dolores, provincia de Buenos Aires, los alfajores se destacan por seguir el camino tradicional. “Nuestro alfajor es totalmente artesanal, respeta la forma original del primer alfajor, que tenía forma cuadrada, y consta de cuatro capas intercaladas con un suave dulce de leche o mermelada de fruta”, así lo expresó Cristian Farias, integrante del emprendimiento familiar Alfajores Don Abel.
Por el momento, ofrecen cuatro variedades de sabores súper exquisitas: membrillo bañado en glasé, dulce de leche bañado en chocolate negro, dulce de leche bañado en chocolate blanco y dulce de leche bañado en glasé. También elaboran la típica Torta Argentina.
Al ritmo de las olas y el viento, en este recorrido bien dulce no podían faltar los alfajores de la costa argentina, donde se encuentra el Distrito Alfajorero. El alfajor costero se caracteriza por tener los más variados sabores: desde los clásicos de dulce de leche con chocolate pasando por una variedad de frutas hasta la combinación de merengue, frutas secas, mousse, entre otros.
“Todos los integrantes elaboramos alfajores artesanales, no son industriales. En la costa es tradicional que los turistas lleven alfajores de regalo. ¡Es nuestro souvenir!”, explica Sandra Alba, emprendedora de San Bernardo.
¿Cuál es tu favorito? Si te interesa conocer más sabores de Argentina, te recomendamos leer: "Viajar con el paladar: Probar la mejor picada argentina".