Aunque la industria vitivinícola es característica de la zona cuyana, los viñedos del sur tienen mucho que aportar. El recorrido de este recurso puede ser una de las mejores formas para conocer los atractivos de la provincia de Río Negro.
El clima rionegrino es continental, templado y árido, con una apreciable amplitud térmica y una precipitación media anual de 188 mms. La temperatura media es de 15ºC y presenta heladas primaverales que frecuentemente afectan los cultivos. Es por eso que en esta provincia sureña, el Alto Valle es una unidad económica-productiva con una parte en la Provincia del Neuquén y otra en la de Río Negro. De todas las regiones vitivinícolas argentinas es la más austral y la que está ubicada a una menor altitud, a 300 metros sobre el nivel del mar.
Se trata de un valle donde la confluencia de los ríos Neuquén y Limay da origen al río Negro. Este oasis, de 120 kilómetros de longitud y 8 kilómetros en su parte más ancha, presenta una forma de Y y está limitado en ambos lados por barrancas de formación sedimentaria. Se extiende a lo largo de 65 kilómetros junto al río Neuquén, 50 kilómetros a lo largo del Limay y 120 kilómetros de agua abajo de la confluencia hasta su desembocadura en el Atlántico.
Los vientos predominantes son de los cuadrantes oeste y sudoeste que, con mayor frecuencia en primavera-verano, aumentan la sequedad del ambiente y permiten una excelente sanidad de los viñedos. Su intensidad obliga a la utilización de cortinas rompevientos, para la cual se utiliza tradicionalmente diferentes especies de álamos. Los suelos de la región son típicos de desierto. Son de origen coluvional y aluvial, de texturas medianas a gruesas, entre arenosos y limoso, escasos en materia orgánica, con velocidad de infiltración media a alta, aptos para el cultivo de la vid.
Las bodegas rionegrinas producen vinos con características muy particulares ganándose merecidamente un lugar en el turismo enológico argentino. La Ruta del Vino en Río Negro consiste en la visita a bodegas que resumen la evolución de la historia vitivinícola de la región. Incluye pasear por una bodega museo, cuyo establecimiento y maquinaria ha sido restaurado para su exposición y elaboración de vino como en sus inicios, en el año 1910, brindando a los visitantes la posibilidad de compartirlo mientras se degusta un asado en el lugar.
Otros establecimientos enseñan cómo combinar el uso de antiguos toneles junto a barricas de roble francés y americano, como así también con recipientes modernos de acero inoxidable.
La Ruta del Vino permite además, conocer cómo nacen los vinos de ésta zona desde los viñedos, aprendiendo sobre el cuidado que los mismos propietarios de las bodegas brindan a sus plantaciones.
A continuación, algunas sugerencias para realizar un recorrido por las principales bodegas.
El Alto Valle de la provincia de la provincia forma parte del llamado Corredor del Gran Valle ubicado en la región norte de la Patagonia Argentina. Desde hace muchos años es sinónimo de excelentes peras y manzanas que se venden a todo el mundo y que producen también las buenas sidras nacionales.
Este rico valle alberga una importante cantidad de grandes ciudades con atractivos paisajes y ricas historias y pequeños poblados con una interesante propuesta agroturística con muy buen servicio. El contraste de la región cultivada con frutales y hortalizas, protegida por distintas especies de álamos; con la meseta árida de la Patagonia y su flora característica de los ambientes desérticos, se constituye en uno de los principales atractivos.
Cinco Saltos es una localidad ubicada muy cerca del Dique Ingeniero Ballester, pilar de la fruticultura del Alto Valle, ya que desde allí se organiza y distribuye el riego en la zona, a través del Canal Principal de Riego, una obra con muchas curvas y desniveles. De ahí, que esta localidad, que hasta 1932 era Colonia La Picaza se llame actualmente Cinco Saltos.
Se encuentra a 90 kilómetros de Cipolletti y de allí parten las visitas a las chacras y producciones de una de las zonas frutícolas más importantes del país y el mundo.
También se puede recorrer la obra del Dique Ballester que posee 12 compuertas reguladoras del agua, un reloj de sol y un Museo del Riego. Allí se encuentran maquetas originales en madera, que se usaron para la construcción del dique y documentación, herramientas, máquina ferroviaria, etc. A 16 kilómetros se encuentra el lago Pellegrini, el balneario de la localidad formado por el embalse del río Neuquén, con aguas verdes y calmas que son el ámbito ideal para practicar todo tipo de deportes acuáticos, desde windsurf y remo hasta navegación, pesca y motonáutica.
La ciudad fue fundada en 1903 con la intención de establecer un fuerte en la confluencia de los ríos Limay y Neuquén y hoy cuenta con 75 mil habitantes. Debe su nombre al ingeniero hidráulico Cesar Cipolletti, quien realizó estudios hídricos, que dieron lugar al sistema de riego que hoy sostiene la producción de todo el Valle. En la ciudad convergen ríos y rutas, tornándolo en el paso obligado para movilizarse en la zona, lo que ha favorecido su poderío económico y crecimiento. Cuenta con hotelería y gastronomía de muy buen nivel. Dentro de la ciudad pueden visitarse galpones de empaque, sidreras y museos históricos.
Uno de los lugares más llamativos para visitar en Cipolletti es el Paseo de la Familia, ubicado en la calle Roca, entre Sarmiento e Italia. En sus 5000 metros de superficie parquizada alberga un anfiteatro, una plaza de juegos, una cascada y un playón deportivo.
Una casa con mucha historia y que merece ser visitada es la Mansión Peuser. Esta magnífica edificación fue la vivienda de Alberto Peuser, y supo congregar a destacadas personalidades que eran amigos de su dueño: Lisandro de la Torre, Rubén Darío y Ricardo Rojas. La presencia de Alberto Peuser en la zona se remonta a alrededor de 1911, donde se dedicó a la fruticultura.
Su dueño la hizo a imagen y semejanza del Petit Trianón de María Antonieta y está rodeado por un frondoso parque. Sorpresivamente para la época se trata de una mansión que contaba con calefacción central, sala de espejos y hasta un laboratorio para el revelado de fotografías.
Desde Cipolletti se cruza en balsa a isla Jordán, desde donde se puede llegar a Balsa Las Perlas. A pocos kilómetros se encuentra el Anfiteatro y antes de llegar a Chocón se pueden conocer Los Gigantes, elevaciones que emergen en el Lago Ramos Mexía.
En la zona de los lagos Arroyito y Chocón hay costas de acantilados que superan los 60 metros de altura, que dejan al descubierto estratos o capas de diversos colores; abundantes fósiles paleontológicos representados por huesos de dinosaurios y otros animales prehistóricos.
Uno de los paisajes más extraños es el del "Anfiteatro", ubicado a 75 kilómetros de Cipolletti. Esta formación es un frente de meseta en retroceso por la erosión pluvial y eólica compuesta de variados cañadones con paredes de más de 50 metros de altura. Puede observarse en los muros la edad geológica de hasta 100 millones de años, con restos de peces, tortugas, cocodrilos y, por supuesto, dinosaurios provenientes del Cretácico Superior.
En el año 2005 se encontraron restos fósiles que datan de 75 millones de años, entre los que se descubrió una nueva especie de tortuga de agua dulce, la que se estima que tendría un peso de 40 kilogramos y una longitud de 55 centímetros. Los materiales encontrados se encuentran en estudio y es posible visitarlos en el Museo Carlos Ameghino, de Cipolletti.
Esta ciudad se encuentra ubicada en el margen norte del Río Negro. Fue el primer centro urbano de importancia en el Alto Valle del Río Negro y actualmente es la segunda ciudad en importancia de la provincia.
Es un importante centro comercial de casi 100 mil habitantes que conserva un modo de vida pueblerino y que, sin embargo, hace gala de una rica actividad artística. Teatro, danza, espectáculos callejeros, presentaciones artísticas en bares y fundaciones culturales completan las alternativas de las actividades de la ciudad.
General Roca cuenta con sitios encantadores para pasar el tiempo como el Paseo del canalito, cruzando el centro de la ciudad, a ambas márgenes del canal secundario de riego rodeado de verde, o el Paseo de los artesanos que funciona sábados y domingos en la esquina de España y Mitre. Además de la exposición de artesanías se realizan periódicamente espectáculos musicales, titiriteros, etc.
El Paso Córdoba, a 10 kms. es un circuito recreativo a las márgenes del río Negro, donde se realiza ciclismo, mountain-bike, motocross, enduro, cabalgatas, canotaje, pesca y caminatas.
Las empacadoras de fruta, bodegas y productoras de jugo de fruta ofrecen la posibilidad de visitar sus instalaciones. Algunas de ellas son Zetone y Sabbag, Fagro S.A., Humberto Canale y Proin S.A.
Un gran atractivo de la zona es el misterioso "Valle de la Luna", una bellísima formación geológica que atrae a miles de visitantes por el singular aspecto formado por la erosión del viento y la lluvia.
Se encuentra ubicada en el Alto Valle de Río Negro y es productora agrícola y frutícola por excelencia. Villa Regina es una ciudad reposada y tranquila, en donde el clima templado contribuye a hacer del lugar un remanso en el valle.
En esta localidad se instaló una de las primeras bodegas del Alto Valle, la Cooperativa La Reginense. La ciudad tiene un trazado muy irregular y está partida en dos por la ruta. Es muy conocida por el monumento al Indio Comahue, una imponente figura construida hace muchos años que se divisa a gran distancia, símbolo del respeto al pasado.
Las variedades cultivadas más importantes son: Malbec, Merlot, Syrah, Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Bonarda, entre las tintas, y Torrontés Riojano, Pedro Giménez, Semillón, Torrontés Sanjuanino, Sauvignon, Torrontés Mendocino y Chenin, entre las blancas.
Lo mejor de la producción rionegrina está orientado hacia los vinos blancos base para espumantes, especialmente Semillón y Riesling, así como interesantes tintos de Merlot y Pinot Noir.